Desde tiempos muy remotos se han producido bebidas gaseosas tales como el vino y la cerveza, las cuales por su mismo proceso de fermentación producen gases los cuales le dan ciertas características de sabor y consistencia agradable al paladar, tal es el caso de ella cerveza que fue inventada en tiempos de la civilización Sumeria (4000 AC) y fue de gran agrado entre sus habitantes.
Pero siempre tuvo un problema, ¿Cómo mantener este gas dentro del recipiente para que no se escape y pierda su exquisito sabor y consistencia?, múltiples intentos de conseguirlo fueron realizados sin buenos resultados, ya que se utilizaron infinidad de métodos para logra tapar los recipientes y que esto no ocurriera, sin mucho éxito.
Estos métodos utilizaban miles de formas de tapar las botellas utilizando sujetadores de cuerda o alambre, pero eran complicados de utilizar y aumentaba mucho el costo de fabricación del envase por lo que una bebida económica se volvió demasiado costosa. En 1877 un alemán diseño un método efectivo de taponamiento consistente en un tapón de cerámica con un sello de corcho y un resorte de alambre con el que se mantenía en su lugar el tapo cerámico, esto vino a revolucionar el consumo de dichas bebidas, pero tenía sus inconvenientes, con el uso, el sello del tapón se agrietaba con lo que perdía su utilidad.
En el siglo XIX se produce el boom de las bebidas gaseosas y se registraron infinidad de patentes para tapar las botellas, pero la más efectiva la patentó William Painter un irlandés que radicaba en Baltimore quien encontró la solución rápida, económica y eficaz. El 2 de febrero de 1892 patenta el diseño de un tapón de metal o acero, dotado de un borde en forma de corona con puntas, que distribuyen la presión del tapón por el cuello de la botella, evitando que se rompa durante el proceso de cierre, y una delgada lámina de plástico o corcho en su interior, que actúa como junta para proporcionar el sellado estanco.
Rápidamente este tapón se convirtió en el favorito de todas las compañías de bebidas, pero surgió un problema, las personas no estaban acostumbradas a su uso, y no sabían cómo abrir dichas tapas, William Painter entonces visualizo una oportunidad y desarrollo el abre-tapas o des tapador como se le conoce en nuestra zona, el cual se fabricó en diversos materiales como cerámica, madera, hierro y acero principalmente.
No solo desarrolló y patentó la corcholata y el destapador, sino que creó la maquinaria que permitía su fabricación e instalación.
Esta solución refleja la capacidad de las personas de soñar, idear, y realizar obras que permitan la mejora en todos los ámbitos del quehacer humano.
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