México y comida callejera son prácticamente sinónimos y es que para el mexicano más que una necesidad comer en puestos de la calle es una costumbre, eso y la combinación de varios factores como la falta de tiempo, el ahorro económico o un simple antojo lo ha llevado a recurrir a los puestos de comida ambulante.
Y si algo abunda en nuestro país son estos puestos de comida informales que muchas veces no poseen regulaciones ni medidas sanitarias y todos son tan similares que hemos asumido que pertenecen a nuestras calles.
Esto se debe a que la mayoría de estos puestos son de una misma fabricación, normalmente de lámina lisa galvanizada, lamina pintro y/o zintro, y con unas medidas ya estandarizadas que facilitan su montaje y desmontaje para la movilización.
Otro tipo de puestos son los de lámina acanalada R-101 comúnmente en color blanco lo que facilita que los dueños puedan pintarlo o rotularlo a su gusto, así mismo ya que son prefabricadas igualmente tienen medidas estándares que facilitan su instalación.
Los puestos de comida ambulante han existido desde la época prehispánica y aunque hoy en día la la variación de estos tanto en materiales de construcción, como en el alimento que ofrecen son incontables todos buscan el mismo fin, alimentar a las masas y crear experiencias que el consumidor desee repetir.
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Fuente:Centro casetas, Casetas, Difusoribero
Linck:Laminas y Aceros