Si te gusta beber cerveza en botella de vidrio, trata de contar cuántas has tomado a lo largo de tu vida, mismas que has tirado a la basura. No tiene que ser exacto, sólo piensa en una cifra que creas la más real posible. Ahora imagina que apilas todas esas botellas, les colocas cemento y una habitación o hasta una casa.
Eso fue lo que se le ocurrió al señor Alfred Heineken cuando hizo un viaje al mar Caribe y descubrió que apenas podía caminar 15 metros sobre la playa sin pisar una botella de su marca, y decidió que tenía que hacer algo ya que era preocupante la cantidad de residuos que su empresa generaba. Así es que inventó la botella/ladrillo, al principio nadie lo tomó en serio, lo cierto es que con el tiempo revolucionó la manera de hacer construcciones de muy bajo coste en los países del tercer mundo.
En la actualidad, hay miles de viviendas que utilizan bloques de vidrio hechos con botellas de cerveza vacías.
De todas las construcciones que existen en el mundo con este material, el templo budista Wat Pa Maha Chedi Kaew situada en el corazón de la selva de Tailandia, se lleva los honores. Ya que está construida por más de un millón de botellas de cerveza Heineken (de color verde) y cerveza Chang (color marrón) estos reforzados y sellados en su totalidad con cemento. Todas las botellas que se utilizaron para realizar esta verdadera obra de arte fueron recolectadas por los monjes en los basureros cercanos y por el resto de la población, con el fin de reducir la contaminación.
El templo principal tardó dos años en construirse, pero como tienen botellas de sobra, aún continúan agrandando el recinto. Es una construcción admirable y atractiva a la vista, ya que las botellas permiten un juego de efectos entre transparencia opacidad y brillo, pero además de todo es ecológica.
Link: Láminas y aceros
Fuente: A y E