Es una casa considerada una de las joyas arquitectónicas ubicada en Sudáfrica, aunque se encuentra aislada. Graham Paarman, dueño de esta casa tenía en mente tener una casa en un árbol, por lo que requirió apoyo de arquitectos para tomar una decisión, después de ellos decidió que su sueño era tener una casa inspirada en árboles en las laderas de la finca Constantiaberg de la familia.
El proyecto estuvo a cargo del arquitecto Pieter Malan, quien tuvo que buscar materiales ligeros para llevar a cabo la casa entre los troncos de los árboles y las ramas. Está formada por cuatro torres cilíndricas. Se buscaba potenciar al máximo las vistas sobre un bosque cercano, lo que explica la elevación de la casa y el uso extenso del vidrio.
Claramente se puede apreciar las curvas del exterior y el revestimiento vertical realizado con un conjunto de troncos de árboles, al estar en el interior de la casa se puede apreciar una vista impresionante al verse rodeado por árboles. Los arboles son cedro rojo occidental, una madera resistente a bichos. Se utilizaron vigas entrecruzadas y tablas de manera logrando una perfecta combinación.
Las cuatro columnas son de acero corten tocan el suelo de manera ligera, para que pueda verse como un efecto flotante voladizo. Tiene anillos de acero que naturalmente soportan los tres niveles del piso. Las conexiones entre los componentes estructurales se expresan mediante detalles de latón torneados a mano.
Fuente: Visi.co.za
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