Para entender las diferencias entre integración e inclusión hay que aclarar que en las sociedades desarrolladas y en sus comunidades educativas se ha ido extendiendo en los últimos años una visión acorde con la integración social que, junto a las leyes introducidas, configuran un nuevo modelo educativo de atención a la diversidad.
La inclusión e integración son términos que en muchas ocasiones se utilizan como conceptos iguales que comparten un mismo significado, sobre todo en el ámbito educativo. Inclusión e integración no son palabras sinónimas.
Por su parte, el modelo de educación inclusiva responde a un debate internacional iniciado en la Conferencia Mundial sobre Educación, celebrada en 1990, y tiene en la declaración de Salamanca de 1994 (UNESCO, 1994) su punto de partida definitivo, al reconocer que la escuela ordinaria debe y puede proporcionar una buena educación a todos los alumnos independientemente de sus diferentes aptitudes.
Realmente, la educación inclusiva es un derecho de todos, ya que no debemos mirar la diferencia como una limitación que nos incapacite para pertenecer a un grupo o adquirir los objetivos de la educación, sino la diferencia debe ser vista como un factor de enriquecimiento personal y social, que genere en nuestras escuelas conciencia social sobre la situación de cada una de las personas que componen la, comunidad educativa.
Fuente: Revista Edurama
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