Una segueta es conocida también como sierra de marquetería, cuya función es la de cortar o separar, principalmente madera o contrachapados, aunque también se emplea para cortar láminas de metal o molduras de yeso. La segueta eléctrica, por otro lado, permite realizar cortes con más precisión que la manual. Con ambas se deben seguir ciertas normas de seguridad y emplear los cinco sentidos cuando se estén utilizando para algún trabajo, con el fin de evitar algún accidente.
Denominamos segueta manual a la que está formada por dos elementos. Uno de ellos es el arco o soporte donde se fija mediante tornillos tensores la hoja de la segueta y el otro es la hoja de la segueta de la que proporciona el corte. La segueta manual se suele emplear para realizar cortes perpendiculares al plano de la pieza de trabajo, la cual está sujeta en un tornillo de banco.
Por otro lado, está la segueta eléctrica que permite realizar trabajos que requieren mucha precisión.
Sus hojas se denominan pelos, y hay diversos tipos, dependiendo del trabajo que se vaya a realizar. Las más comunes son las hojas cilíndricas o pelos redondos. Su principal ventaja es que cortan hacia todos lados, lo que permite realizar cambios en la dirección del corte con mayor rapidez y reduciéndose las probabilidades de que la hoja se rompa durante el proceso, al contrario de lo que suele suceder con los pelos planos.
La velocidad de la máquina debe ser ajustada, de acuerdo con el tipo de material que se quiere cortar. Por ejemplo, para los materiales finos o que puedan estropearse por el calor producido por la fricción del corte, como los plásticos, han de emplearse velocidades bajas.
Para los materiales más duros o en los que no se requiere un corte tan preciso, se puede incrementar la velocidad hasta un nivel deseado.
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Fuente: Mundialdetornillos