En las últimas décadas se ha visto una evolución en el diseño de edificios de múltiples usos, edificios que desafían las leyes de la gravedad, así como el diseño estético; convirtiéndolos no sólo en obras de gran utilidad y belleza sino en un arte escultórico que combina los requerimientos de su uso con la más avanzada tecnología y respetando el cuidado del medio ambiente.
Tal es el caso de la Evolution Tower un rascacielos situado en las manzanas 2 y 3 del Centro Internacional de Negocios de Moscú, Rusia.
Obra del bufete de arquitectos RMJM junto con la artista escoces Karen Forbes y basada en el diseño de la catedral de San Basilio, el monumento a la Tercera Internacional y a la escultura El beso de Auguste Rodin, su forma hace que parezcan dos cintas que se tuercen alrededor del centro.
Esto se logra girando cada una de las plantas 3 grados con respecto a la otra, terminando la última en un espectacular giro de 135° con respecto a la base.
Con la intención de emular a dos amantes, o incluso cintas congeladas en un abrazo en espiral, la torre es una construcción elegante. Los diseñadores sintieron que este diseño reconoce y celebra la velocidad y la energía de la vida urbana moscovita.
La escultural torre girada se asemeja a una molécula de ADN, dos cintas de fachada opuestas se retuercen y se combinan suavemente en una estructura de Acero reforzado sobre el techo, simbolizando una espiral evolutiva que celebra el desarrollo de la civilización humana, el progreso a través de sus logros en la construcción.
El diseño simple e innovador se basó en los principios de torsión de las placas cuadradas de hormigón del piso con marcos verticales de RC estructural, sostenidos por un núcleo central y acero reforzado en 8 columnas con vigas continuas y 4 columnas en espiral en las esquinas.
Fuente: Evolution Tower
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