Muestras de rocas provenientes de los inicios de la formación de nuestro universo, llegan a la tierra a bordo de la nave espacial Osiris Rex que fue lanzada el 8 de septiembre de 2016 desde cabo Cañaveral, Florida, en una de las misiones mas importantes de la NASA de los últimos tiempos.
Dicha nave espacial despegó con la misión de viajar al asteroide Bennu, que es un asteroide proveniente del espacio profundo (más allá de nuestro sistema solar) y que se prevé que su trayectoria impacte la tierra en el año 2182, la NASA se adelantó a este impacto y envió la sonda espacial cuya labor fue alcanzar el asteroide, descender en el y tomar muestras de las rocas de las qué está compuesto.
Como si esto no fuera ya de por si difícil, debía tomar las muestras, guardarlas cuidadosamente en la cápsula contenedor y viajar de regreso a la tierra para que los científicos pudieran estudiarlas.
Esta misión se ha catalogado como todo un éxito ya que las muestras pudieron ser recolectadas sin daño alguno en el desierto de Utah por los expertos de la NASA, que han confirmado el buen estado de la cápsula que las contiene y que sobrevivió a las duras condiciones del reingreso a nuestra atmósfera.
La cápsula se separó de la nave espacial para reingresar a la tierra y dicha nave fue re-programada para visitar otro asteroide y seguir con sus descubrimientos.
El próximo 11 de Octubre los científicos darán a conocer los descubrimientos encontrados en las muestra de Regolit (así se llaman las piedras que forman el asteroide). Se espera que nos puedan dar indicios de la formación de los planetas e inclusive de ingredientes para el desarrollo de la vida.
Fuente: NATIONAL GEOGRAPHIC
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