La pizza contiene una receta tan sencilla y exquisita, que ha conquistado a un sinfín de paladares alrededor del mundo, puesto que es un alimento que está compuesto de ingredientes fáciles de conseguir como lo es harina, albahaca, tomate y queso.
El origen de esta comida además de ser italiano se podría situar entre los siglos XVI y XVII en el Reino de Nápoles en donde surgió en el antiguo Egipto y en Grecia. Se abre la primera pizzería en el año de 1830 a cargo de Raffaele Espósito, un conocido pizzero de Nápoles de aquella época y que es el dueño de la pizzería Pietro il Pizzaiolo, que hoy conocemos con el nombre de Pizzería Brandi, en junio de 1889 Espósito fue encargado de elaborar unas pizzas para los reyes italianos, Don Umberto I y Doña Margarita de Savoya.
Cabe mencionar que el plakunto o pan plano, al que podemos considerar como el antecedente más antiguo de la pizza y que se elaboraron por primera vez en el país de Egipto. El plakunto es un pan redondo y plano que está cubierta de hierbas, especies e ingredientes varios, puesto que este alimento era muy ingerido en la antigua Grecia.
Los orígenes de la masa y el acompañamiento con tomate y verduras se acreditan a los maestros panaderos de Nápoles, cuna de la pizza. Según los historiadores se preparaba en la calle, con una harina mucho más dura de la que conocemos ahora, de un refinado de 00, casi inexistente en la actualidad. Eso sucedía porque el trigo del sur de Italia era mucho más duro que su contraparte norteña, razón por la cual contenía más gluten y hacía más fácil de preparar el plato.
La selección de ingredientes para la preparación de la pizza es totalmente libre ya que esencia de este alimento no radica estrictamente en sus ingredientes, ni siquiera en la salsa de tomate, por lo que se pueden utilizar diversos ingredientes durante su preparación. El proceso de cocción de la pizza debe llevarse a cabo obligatoriamente en un horno, ya sea de leña, eléctrico o a gas.
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Fuente: Bonviveur