En la industria marina se encuentran los barcos y durante siglos se han realizado progresos suficientes en la construcción de los mismos para que puedan realizar largos viajes a través del océano con relativa seguridad.
Gran Bretaña había estado retrasado en relación con los países continentales, referente a la construcción de los barcos pero su positiva supremacía en el arte naval, dos ingenieros navales ingleses no habían sido notables por la ciencia encerrada en sus progresos que dejaron a los portugueses y españoles, más tarde también superaron a los franceses y americanos, logrando mejorar la forma y línea de los barcos. Así con la labor de sus obreros, la valentía y audacia de sus marinos Inglaterra logró ser la dueña de los mares.
Más tarde con la introducción en la industria de herramientas, neumáticas, hidráulicas y eléctricas hubo una reducción de obreros en el campo. La construcción naval ha estado en continúa revolución pero en 1875 se ofreció una oportunidad para los proyectistas y así que pudieran demostrar la competencia pues los ingleses ya estaban produciendo barcos de hierro en gran número.
En 1973 los Franceses demostraron saber la ciencia cabal y comenzaron a emplear el acero dulce en la construcción de sus barcos, sin embargo pasaron algunos años antes de que sea aprobado por el Lloyd.
A mitad del siglo XX las cifras que fueron registradas alcanzaban los 18 millones de toneladas, se registraron muy pocos barcos de madera y mixtos. Los barcos hechos con acero dulce son los que transportan a todos los pasajeros, cargamentos de mercancía, cañones y tripulaciones de guerra que cruzan los mares.
Las ventajas de trabajar con el hierro forjado son que es mas fácil de manejar, más barato y como material de construcción es más seguro así como el acero dulce en comparación con la madera. Los materiales como la madera o el hierro se puede romper por una colisión o un golpe mientras que el acero solo se dobla.
Es decir la fuerza de tensión es mucho mayor así como su ductilidad, un barco de acero que pesa hasta 8,000 toneladas es tan fuerte como uno que se realice de hierro pesando 10,000 toneladas, esto se traduce que teniendo un barco con menor material para su construcción, más barato y mayor ligereza, estos pueden llevar mayor cargamento pesado con un mayor rendimiento económico.
Sin embargo los primero barcos que fueron construidos de acero costaron el doble de lo que costaba uno de hierro, pero a partir del 1930 el coste de estos empezó a ser menor, en los últimos 70 años los constructores consiguieron por si mismos una notable mejora y empezaron a triunfar sobre los ingleses. Finalmente se logró producir excelente acero dulce por el proceso de hornos abiertos y así se pudo alcanzar un resultado que cuando se comenzó a emplear este material los ingleses pudieron construir barcos completamente de acero, ligeros de bajo costos y capaces de navegar con seguridad por todos los mares.