Escuchar la palabra vacuna para algunas personas podría sonar como una palabra de dolor o terror; sin embargo, nadie puede dudar que, gracias a la efectividad de cada uno de ellos, hoy una gran variedad de virus puede ser atacados, y en ocasiones hasta evitar mortalidades. Se han logrado enfermedades como la viruela, controlar la rabia, el cólera, el tétanos, la difteria, la tuberculosis, el tifus, el sarampión, las paperas, la tuberculosis, la rubéola, la meningitis, la hepatitis A y B, la gripe y controlar la propagación del recientemente sufrido COVID-19. A lo largo de los años, los avances médicos en torno a la inmunización han permitido atenuar enfermedades.
El origen de la palabra vacuna comenzó en el siglo XVIII con Edward Jenner, médico británico. Jenner observó que las personas que habían contraído la viruela bovina (una enfermedad similar a la viruela pero que afecta al ganado) parecían estar protegidas contra la viruela humana.
En 1796 el médico Jenner decide realizar un experimento en el que inoculó a un niño con material tomado de una lesión en la mano de una vaca lechera infectada con viruela bovina. El niño mostró síntomas leves y, cuando posteriormente se le expuso a la viruela humana, no se infectó. Este experimento sentó las bases para el desarrollo de la primera vacuna, que Jenner llamó "vacuna" en referencia a la palabra latina "vacca", que significa vaca.
Sin embargo, es importante resaltar que fue en la antigua China en donde realmente inició la inculación llamada “variolización”. Este método consistía en pulverizar las costras de una persona enferma con síntomas leves e insuflarlas por la nariz de personas sanas. El objetivo de éste era lograr inmunizarlas.
Lo más curioso de este método es que a pesar de que el método funcionaba, el doctor Jenner y la comunidad científica de la época desconocían el mecanismo exacto por el cual los vacunados quedaban protegidos. Recordemos que no existían mecanismos que pudiesen detectar el origen de virus o enfermedades.
Jenner realizó un gran avance en la medicina. Cabe resaltar, que la segunda vacuna fue desarrollada en los años 1880 mucho tiempo después de la aparición de la primera vacuna. Década más tarde se lograron desarrollar 6 vacunas más: ántrax, rabia, cólera, tétanos, difteria y diarrea crónica intestinal grave. Es al científico francés Louis Pasteur a quien debemos este logro.
Hoy día las investigaciones continúan y se siguen desarrollado nuevas vacunas para una variedad de enfermedades. La vacunación se ha convertido en una herramienta crucial para prevenir enfermedades y ha tenido un impacto significativo en la salud pública a nivel mundial.
Fuente: Muy Interesante
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