Viajas a Londres y una de las primeras cosas que ves son los famosos autobuses, incluso te atreves a tomarles fotos, pero ¿sabes porqué lo son? Hablemos un poco de ellos, ya sea el Big Ben o el Támesis podemos decir que en cualquier ciudad existe un ícono que no podemos perder de vista. Estos autobuses son conocidos por el nombre de su modelo más famoso, el Routemaster, con una historia que remonta al primer bus en la historia de Londres.
La historia de estos carismáticos ómnibus relata un carruaje tirado por caballos que recorría desde Paddington a Bank en 1829. Fue llamado así derivado del latín "para todos", siendo este el origen del nombre que se usaba. Actualmente también se le llama "bus", haciéndolo más fácil y simple.
A principios del siglo XX, se introdujeron en Inglaterra los primeros autobuses motorizados, los icónicos trolebuses rojos de dos pisos, marcando el inicio de la leyenda de los ómnibus de dos niveles. Aunque no son exclusivos del Reino Unido, ya que ciudades como Las Vegas, Estambul o Kuala Lumpur también cuentan con servicios de este tipo, en Londres se han convertido en un símbolo distintivo de la ciudad. El famoso Routemaster, que se ha ganado un lugar especial en la cultura londinense, comenzó a circular en 1956. Su desarrollo, liderado por A. Durrant y C. Curtis, con el diseño de Douglass Scott, se llevó a cabo entre 1947 y 1956.
Para reducir su peso, se utilizó una carrocería de aluminio, incorporando además innovaciones para un autobús: transmisión completamente automática, suspensión delantera independiente, dirección asistida y frenos hidráulicos de alta potencia. Los conductores estaban encantados con tantas ventajas, y no era para menos: presenciaban el nacimiento de una leyenda. En promedio, el icónico autobús podía acomodar a 64 pasajeros sentados, y su lugar favorito era la plataforma trasera, que permitía a los pasajeros subir y bajar de un salto.
Fuente: Excelencias del motor
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