El acero galvanizado nace del acero al carbón que es sometido al proceso de galvanización para incrementar su vida útil.
Los aceros al carbono son aquellos que contienen solamente carbono y hierro con pequeñas adiciones de manganeso y otras pequeñas cantidades de elementos impuros y representan cerca del 85% del total de la producción en acero.
El acero expuesto al medio ambiente puede sufrir corrosión, la corrosión es un proceso natural, espontáneo y lineal que depende de las condiciones del medio y del tiempo en que esté expuesto a ellas.
Entendiendo la corrosión como el conjunto de modificaciones físico químicas que sufre una sustancia por acción de determinados agentes naturales.
Una forma de protección del acero frente a los riesgos de corrosión se puede lograr mediante la galvanización, que es el recubrimiento del acero base mediante una capa de zinc.
La capa de zinc no es sólo un recubrimiento del tipo película como las pinturas, si no que se genera adicionalmente una unión metalúrgica con el acero formando capas de aleación entre el acero y el zinc de diferente composición de cada uno de ellos.
Existen dos formas de galvanizar
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En procesos continuos por inmersión en caliente o por electrodeposición, regularmente usado en láminas de hasta 2.5 mm de espesor.
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En procesos que se aplican a estructuras y/o perfiles pesados por inmersión de las piezas en tinas.