Las nuevas tecnologías han traído una serie de herramientas que facilitan por mucho el trabajo físico de los trabajadores; sin embargo, hay herramientas que por más simples o poco prácticas que parezcan son imposibles sustituirlas, como es el caso de los mazos.
Los mazos son una herramienta tan útil que se utilizan en distintos tipos de trabajo, como minería, construcción y carpintería. Este instrumento consta de dos partes, el mango y la cabeza, y ambos pueden variar el material del que están hechos según su uso.
En la antigüedad el mazo lo hacían de piedra y era utilizado para cazar, durante la época romana era un arma de guerra que se fabricaba con metal y con picos en la cabeza, durante la edad media los herreros modificaron su diseño haciendo la cabeza más plana y más pesados para poder utilizaros en sus talleres.
Hay que entender que un mazo y un martillo no son lo mismo, pues el martillo depende de la fuerza pura para manipular los materiales y el mazo funciona según el principio de impacto controlado.
Mazo de madera
Este tipo de mazo es utilizado especialmente para la carpintería, pueden servir para diferentes tareas como, colocar clavos, ajustar superficies o romper pequeñas estructuras, así como labores más delicadas tales como cincelar, tallar o ensamblar piezas.
La cabeza suele estar hecha de madera dura como el roble o el nogal, su mango suele ser corto para una manipulación más sencilla y un agarre seguro.
Mazo de metal
Estos se utilizan para trabajos que requieren una mayor aplicación de fuerza como construcción y demolición, pues gracias a su peso permiten realizar golpes potentes y precisos.
El mango de este tipo de mazo puede variar entre madera o metal recubierto, mientras que la cabeza suele estar hecha de acero forjado proporcionándole resistencia y durabilidad.
Mazo de goma
Tal como su nombre lo indica, la cabeza de estos mazos está hecha de goma o caucho, ideal para un golpe suave y controlado, precisamente por eso y por su material suelen utilizarse para la instalación o la industria automotriz, ya que no se corre el riesgo de dañar los materiales al golpearlos.
También suelen usarse en lugares donde se requiere un cierto nivel de higiene como cocinas y restaurantes, pues la goma es fácil de limpiar y no deja residuos.
Fuentes: Tenemos Madera, RS
Link: Laminas y Aceros de Yucatán