Saber trabajar la madera es todo un arte y no me refiero a la construcción de muebles, que también es un arte, pero de un tipo distinto; hablamos de crear increíbles diseños o incluso esculturas completas a partir de solo un tronco o una pieza de madera lisa.
Y así como los pintores necesitan pinceles para crear un cuadro, un ebanista también necesita sus propias herramientas para realizar el trabajo, y estas se llaman gubias.
Esta herramienta es parecida al formón, que a su vez es similar a un cincel, pero no debemos confundirlas, pues, aunque se parecen, no son lo mismo y tampoco sirven para lo mismo.
La gubia se compone del mango, que suele ser de madera, pero también puede ser de resina o plástico y una hoja de acero cuya principal característica es que es curva y vacía.
Su tamaño suele ser similar al de un destornillador, es decir, entre 20 y 22 cm de longitud para un fácil manejo y al igual que los cuchillos el filo de una gubia puede desgastarse, por eso hay que afilarlas constantemente y no se recomienda usarlas como una herramienta de impacto.
Existe una variedad de perfiles de gubias para los diferentes tipos de detalles que se quieran lograr en un diseño.
- Media caña: Su hoja es curva, ideal para acabados redondeados.
- Plana: Son los más similares al formón, aunque su hoja tiene una ligera curvatura lo que permite que pueda hundirse en la madera con mayor facilidad.
- De cañón: Su curvatura es más marcada, casi una U, que le permite levantar grandes capas de madera.
- Punta plana: Su punta parece la de una flecha o cuña es ideal para trabajos de precisión y detalle.
- Triangulares: Su punta en forma triangular ayudan a hacer un trazo fino.

Además de las gubias existen otras herramientas para el tallado de madera, pero al igual que los pintores, cuando unos se va haciendo experto comienza a conocer más herramientas.
Fuentes: Descarpinteria, Labois, Venturas´s Workshop