Conocido de diferentes formas, balasto, balastre o balastros, es la piedra o grava que a través de capas que se forman, se logran extender en una vía, especialmente las de tipo ferroviaria con el objetivo de asentar sobre ellas los rieles que soportan las vías del tren.
A pesar de lucir como simples piedras sobre el camino, la realidad es que el balastre cumple varias funciones esenciales y a continuación hablaremos de ellas.
Generalmente, tienen un tamaño uniforme entre 3-6 cm; su uso no es exclusivo para las vías del tren; se utiliza en diferentes campos de la construcción.
En un principio las vías ferroviarias se instalaban directo al suelo; sin embargo el peso de la maquinaria hacia que éstas terminarán venciéndose y se hundieran, ya que las cargas transmitidas superaban la capacidad portante de dicha plataforma; trayendo como consecuencia atascamientos y hasta descarrilamientos del tren.
La ingeniería moderna concluyó que era adecuado introducir un elemento de tipo granular bajo las traviesas o durmientes del tren con el objetivo de repartir las cargas sobre una mayor superficie. Las piedras que observamos, no son de cualquier tipo; como mencioné antes, deben tener un tamaño promedio establecido: Provienen del machaqueo de cuarcitas, basaltos y granitos. Al cumplir con estas especificaciones, esto permite que trabajen de manera conjunta por rozamiento, logrando repartir las cargas sobre su superficie y evitando en todo momento que la plataforma se vea superada su capacidad portante.
Funciones básicas del balastre:
En la actualidad se analizan otros métodos para amortiguar y distribuir el peso; sin embargo, aun con el uso de placas el balastre sigue presente a las orillas de vías ferroviarias evitando desplazamientos.
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Fuente: Rubicon México