Los techos falsos o cielos falsos son instalados con el objetivo de entregar una terminación interior en los recintos y pueden cumplir diversas funciones, como puede ser bajar la altura del interior u ocultar partes de instalaciones de clima.
Estos cielos falsos se pueden hacer de diferentes tipos de materiales como pueden ser:
Están hecha de acero galvanizado con un recubrimiento de pintura cuyo espesor puede soportar resistencia y durabilidad, son ideales para espacios grandes totalmente desmontables. Hacen posible una gran cantidad de acabados, colores y accesorios permitiendo con ello una creación de ambientes personalizados y adaptables.
Este tipo de cielo falso es un estilo abierto y de un fácil mantenimiento. Es fácil de desmontar, es uno de los tipos más versátiles; con multitud de modelos en cuanto a formas, anchos y colores.
Se utiliza en un ambiente donde la luz juega un papel importante en la creación de las sombras teniendo una variedad de colores y modulaciones permitiendo diversos acabados. Con este techo falso se consigue la sensación de techo continuo ofreciendo una gran durabilidad y fácil mantenimiento.
Una opción práctica que destaca por la capacidad de absorción acústica, flexible y con posibilidades de diferencias para el diseño con un precio accesible y de fácil mantenimiento.
Se destaca la limpieza y la impermeabilidad; es ideal para proteger el techo del vapor y al igual que los modelos anteriores, puedes encontrar múltiples posibilidades a bajo costo y sencillo de instalar con un mantenimiento fácil.
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Fuente: Cosinten