En muchas ocasiones damos por cierto que una ciudad es preciosa, es digna, es magnífica simplemente porque durante el paso del tiempo se ha visto envuelta en determinadas situaciones que han ido mejorando su interés turístico. Pero en otras muchas ocasiones, lo realmente bello, lo llamativo, lo que hace que una ciudad tenga un atractivo que pocas veces sea superable, es por obra de la imaginación, como los puentes hermosos e inusuales que pueden ver en Ámsterdam.
Entre ellos, el puente de Pythonbrug o el puente en forma de una serpiente. Una auténtica estampa que recrea una espectacular serpiente gigante de hierro. Se llama Pythonbrug esta forma tan singular fue diseñada en 2001. Cuanto más nos acercamos al puente se hace más potente el motivo de su nombre Anaconda o Puente Pythonbrug.
El nombre distintivo del puente refleja su particularidad de metal por su inusual forma de serpentina. Y está equipado con barandillas y con hilos escarlatas, que hacen que la figura sea más atractiva. El puente conecta a la isla de Borneo con la península de Sporenburg. Este puente se encuentra en el centro de Ámsterdam, junto a los monumentos históricos más impresionantes. hace unos años se decidió renovar el centro de la ciudad y se construyó este puente de alta tecnología, que parece una enorme pitón sinuosa. Su color fue elegido por casualidad y no tiene un carácter simbólico.
El puente Pythonbrug se a convertido en una necesidad para programas de excursiones en Ámsterdam para atraer turistas curiosos, así como a trabajadores de la construcción de varios países. Igual que otros puentes de Holanda, El puente Pythonbrug es muy sólido y seguro.
Para la construcción de este puente se utilizó acero de alta resistencia y la función de este puente era conectar directamente con las orillas de Sporenburg, una zona que era portuaria y que se ha convertido en uno de los barrios más modernos de Ámsterdam, conectando con Borneo, además de maravillar la vista y los sentidos de quienes cruzan por este puente se impone a conocer los barrios de los litorales de las ciudades holandesas.
Este puente tiene 93 metros de largo, no se puede cruzar caminando y tampoco en bicicleta, al menos que lo que desees es hacer o realizar ejercicio físico o pasar la tarde en un viaje de ida y vuelta, sería uno de los paseos más bellos que jamás hayas realizado, la vista que podrás descubrir caminando por Pythonbrug será de la mejor que hayas visto en tu vida.
Una vez descubierta esta maravilla extravagante, no te puedes perder este monumento digno de una visita a Ámsterdam. El puente Pythonbrug debe estar marcado en rojo en el itinerario de los turistas, pues serviría de inspiración a todas las personas, y dejaría volar la imaginación de aquellos que quieran disfrutar de una obra de arte en mitad de las ciudades de Holanda.
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Fuente: orangesmile.com