Las abejas juegan un papel muy importante dentro del ecosistema, pues gracias a su proceso de polinización, de ellas depende en gran medida la producción de alimentos a nivel mundial y la biodiversidad terrestre.
Estos polinizadores han estado disminuyendo desde hace una década aproximadamente, científicos lo atribuyen a la proliferación de ciertos pesticidas, parásitos e incluso el estrés, aunado a la disminución de su hábitat natural y disminución de flores silvestres.
Las cifras del problema que sufren los polinizadores son contundentes. El informe de la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas (IPBES, por sus siglas en inglés) advierte que el 40% de los polinizadores invertebrados, en particular abejas y mariposas, se enfrentan a la extinción.
Nos dice además que en Europa el 37% de las poblaciones de abejas están disminuyendo, un claro ejemplo de que el modelo agroalimentario predominante nos está llevando a un callejón sin salida. Por lo que es necesario actuar y salvar esta maravillosa especie, ¿Cómo lograrlo?, ahora te daremos un ejemplo de personas y asociaciones trabajando en ello.
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Una compañía de California está utilizando bombas de semillas como estrategia para combatir la desaparición de las abejas. Ei Ei Khin y Chris Burley fundaron Seedless con el objetivo de esparcir flores silvestres aptas para abejas en los vecindarios de todo el país. Su objetivo es cultivar mil millones de flores silvestres con la ayuda de coloridas bolas de semillas, un proyecto que llaman “Grow the Rainbow”.
Estas pequeñas bolitas de colores tienen dentro semillas con flores silvestres nativas de seis regiones diferentes de los Estados Unidos. Por ejemplo, la mezcla del Medio Oeste puede incluir lupino perenne silvestre, menta limón y hierba de mariposa. Las semillas se enrollan con composta orgánica para fertilizarlas y los polvos de colores no tóxicos para agregar un poco de diversión. Las bolas se pueden lanzar en cualquier lugar donde quieras que crezcan las flores y, con la ayuda de un poco de lluvia, el sol comenzará a brotar.
Las bombas de semillas comenzaron como una táctica divertida y amigable para ecologizar lotes abandonados en espacios urbanos. Los “jardineros guerrilleros” lanzan bolas de semillas y fertilizantes en espacios cercados que, de lo contrario, se descuidan, como terrenos industriales abandonados o tierras en el limbo de zonificación.
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Fuente: Agriculturers