Las poleas pequeñas que comúnmente se utilizan para mover elementos de una manera mucho más cómoda son por lo general de forma redondeadas con hendiduras que se mueven con cadenas, cuerdas o correas. Las poleas actúan como punto de apoyo para la cuerda que transmite la fuerza entre resistencia y esfuerzo.
Las poleas están presenten en máquinas o elementos que usamos a diario pero no nos damos cuenta. Por ejemplo, se encuentran en ascensores o escaleras eléctricas.
Al transmitir un movimiento giratorio, las poleas permiten mantener, aumentar o disminuir la velocidad. Es por esto que son usadas también en electrodomésticos que usados a diario como la lavadora.
Actualmente se conocen tres tipos de poleas. El uso de cada una depende de lo que se quiera mover o de la fuerza que se quiere aplicar.
Este tipo de polea se encuentra fija a algún lugar. Esta se emplea para cambiar el sentido de la fuerza haciendo más cómodo el levantamiento de cargas, y ayudando a que sea más mucho más fácil.
Este tipo de poleas está conformado por dos poleas: una fija y otra móvil. Con este sistema la fuerza para mover una carga se reduce a la mitad.
Estas se caracterizan por estar compuestas por varias poleas con el fin de obtener una gran ventaja mecánica y el trabajo sea mucho más fácil.
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Fuente: CNICE
Otras fuentes: Láminas y Aceros