El Edificio Chrysler uno de los once rascacielos más alto de Nueva York, de los primeros en el corazón de los neoyorquinos. La hermosura de su diseño es universal, por ser una de las obras maestras del art decó neoyorquino y una sofisticada muestra del futurismo-gótico.
Y fue inaugurada hace 91 años este estilizado edificio que se encuentra situado en la confluencia de las calles 42 y Lexington Avenue, en el este de Manhattan, a un lado de la estación Grand Central Terminal a 15 minutos del Times Square, y es un reflejo del poder automovilístico de las décadas del siglo XX. Es uno de los rascacielos más emblemáticos de Nueva York. Al que el gigante Edificio Empire State (estado del Imperio) hizo sombra. Se presume que el edificio de la Chrysler es el favorito de los neoyorquinos por ser uno de los mejores de la ciudad, desde su inauguración el 27 de mayo de 1930, no es muy alto, ni muy lujoso, tampoco permite disfrutar de las mejores vistas de la Gran Manzana.
El magnate Walter P. Chrysler, es quien logró erigir todo este imperio, que le encargo al arquitecto William van Allen, el objetivo de crear una obra que no fuera indiferente para nadie. Y si que lo consiguió. En año y medio, se levantó este gran gigante de 318,900 metros de altura con 77 pisos y se convertiría en el más alto del mundo, pero a los 11 meses de su construcción, fue construido en la ciudad, el Empire State, y le arrebato el título de ser el mas alto de Nueva York.
Fue Construido con un esqueleto interno de acero y ladrillo, es un claro exponente de la arquitectura art déco. Para su estructura se utilizo 21.000 toneladas de acero, con 400.000 remaches y 3,800 millones de ladrillos colocados de forma manual los que crearon las paredes de carga. Y le fue instalada una aguja de acero de 56,380 metros el cual corona el edificio. Pero para sorpresa tiene un principal competidor, el Bank of Manhattan Trust Building que es la actual torre Trump, que estaba a punto de construirse con el objetivo de opacar a este edificio. El estilo arquitectónico y con oficinas particulares, con decoración exterior con claras alusiones a la automoción, inspirada en adornos de carrocería o guardalodos, con la que se populariza la Chrysler.
Si lo contemplaban podrían apreciarlo en diversos sitios, con alas alusivas a las tapas de los radiadores, o con gárgolas que imitan a las águilas del emblema de la compañía. Todos esos detalles fueron hechos de acero inoxidable, con ese material se construyó la aguja y la corona. No solo era la estructura más alta del mundo, sino que era el edificio favorito de Nueva York.
Este edificio fue sometido a una restauración se le repararon partes de la fachada, los bastidores de acero y sus ventanas, algunos paneles de la corona que ya se miraban deteriorados por el paso del tiempo. Pero por los elevados costes de mantenimiento y la escasa ocupación de su espacio ya que continúa siendo una torre de oficinas se tuvo que poner a la venta y su nuevo propietario, la firma inmobiliaria RFR Holding, tiene previsto sacarle mayor provecho. Le fue construida una plataforma de observación de Cristal en las terrazas cerca de sus icónicas águilas plateadas. Esta fue la más atractiva propuesta de la compañía, la diferencia de los rascacielos de Manhattan, la Chrysler no tiene algún mirador abierto al público tampoco la posibilidad de realizar visitas guiadas.
Los visitantes deben conformarse de contemplar el elegante vestíbulo, con sus lámparas de araña art déco, sus adornos de acero y observar el edificio desde la distancia. La plataforma de observación nueva, ya recibió la aprobación de las autoridades, pero no tiene fecha de apertura, y no será la primera que se vaya a instalar en este edificio.
Desde su inauguración y hasta 1945, el edificio disponía de un observatorio y lleva por nombre “Celestial”, y se encuentra en el piso 71, ahí se permitía disfrutar de las vistas de la Gran Manzana desde los cuatro costados. Este edificio de la Chrysler sigue siendo a sus 91 años uno de los diez rascacielos más altos de Manhattan y es uno de los iconos de la ciudad. A pesar de la proliferación de nuevos rascacielos por lo que todo parece indicar que la iniciativa será todo un éxito.
Fuente: nuevayork.net
Otras Fuentes: laminasyaceros