Hablemos de diversificación empresarial.

El mundo de los negocios no es estático, convivimos en una sociedad con entes vivos y en constante evolución, sufriendo y viviendo cambios radicales que algunas veces logran movernos de nuestra zona de confort; sin embargo, la vida en sus diferentes índoles es "así".  Y comercialmente hablando, no es muy diferente este diario vivir de precios, competencias, segmentos, productos, prospectos y clientes.  Todos evolucionando y demandando mejores alternativas para  satisfacer sus necesidades.  Y hablando de negocios, permanecer inmóvil y estancado es el peor error que puede cometer. 

Ante esta constante evolución, se presentan lo que hoy conocemos como  la "diversificación empresarial"; pero ¿a qué nos referimos con este término? Es la respuesta a los posibles cambios que pueden surgir, es renovarse o morir en el intento. Son todas aquellas estrategias enfocada en la creación de nuevos mercados al ofrecer un producto distinto al que ha definido una empresa desde su creación a la fecha. Es la búsqueda de oportunidades en lugares que no se habían explorado antes. Esta acción es considerada para algunos conocedores como riesgosas, y con razón, pero también es una de las que mayores satisfacciones te pueden ofrecer siempre y cuando sean adecuadamente implementada.  Considerando que diversificar es sinónimo de expansión, crecimiento, inversión y apertura. 

Existen diversos motivos por la cual una empresa opta por una diversificación empresarial que van desde las oportunidades de crecimiento corporativo hasta la puesta en marcha de planes de reestructuración interna. Pero sea cual sea el motivo que encamine a la puesta en marcha de esta estrategia; no se debe realizar sin un previo estudio que permita determinar las posibles oportunidades.

Existen básicamente 4 lineamientos que pueden utilizarse como referencia para la implementación de esta estrategia: 

1. Diversificación relacionada: como bien lo refiere su nombre es aquella que implica productos o servicios viejos mezclados con los futuros nuevos para la organización.
2. Diversificación no relacionada: es una táctica que concretamente implica todo aquello opuesto a lo que la empresa viene desarrollando de manera recurrente.  De esta practica se desprenden dos posibles vertientes:
    -Por inversión propia: cuando la empresa deposita su propio        capital en el posible desarrollo de nuevos productos o servicios.
   lo que da al empresa mantener su independencia aunque involucre en principio un gran desembolso.
   -Por adquisición parcial o total: de las más visibles en el mercado; esta diversificación se basa en la compra o fusión de una empresa adicional para que cumpla con las nuevas necesidades de producción. Una de las posibles ventajas es que se suma la experiencia  y reputación del nuevo integrante en el mercado. 

Podemos mencionar varias ventajas al implementar  una diversificación, entre las que podemos mencionar, sin temor a equivocarnos: expandir tu operación, realzas tus recursos y logras crear sinergias, y quizás una de las más importantes es que te excluyes de la posible saturación de productos y servicios, que logran en algunas instancias crear canibalizaciones  o saturaciones en el mercado.

Este tipo de estrategia ya ha sido implementada y comprobada con eficiencia por grandes corporaciones: Apple, Disney, Adidas, Coca-Cola  son sólo algunas referentes.

Y tú ¿Te atreves a implementar la diversificación en tu empresa?

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Fuente: Hubspot