Viña Elena comenzó a funcionar en el año 1948, en una antigua casa de una comunidad rural de Jumilla, España, un edificio establecido por la suma de construcciones hechas por generaciones familiares pasadas dependiendo de sus necesidades de producción y crecimiento. Su edificio se restauró para que no se siga deteriorando y la destinaron para museo de los orígenes bodegueros para que sea visitado. Se promovió la margen del complejo y se le colocaron estilos con impacto sustancial diferente, para afianzar una imagen de unidad, con diseño de alto nivel.
Se planteó la arquitectura conservadora, cumpliendo con el entorno de los edificios que ya existían, y conservarlos tal como están. Por la parte de afuera se le introdujo una ligera piel vegetal que abraza y protege la fachada existente y así crear nuevos espacios a la identidad y los valores de la familia. Se resguardó la historia de Viña Elena seleccionando y conservando toda su arquitectura popular ayudándolo a entender su pasado y sus tradiciones integrando elementos contemporáneos que le dan posibilidad de tener nuevas formas de habitar lo que ya existe.
Se respetó la arquitectura popular que estaba ligada al uso doméstico y productivo, como los suelos originales, mobiliario y carpinterías, las cornisas con sus tejas, el portón de entrada o las marcas de las cuentas del grano en paredes. Se realizó la excavación arqueológica para que la bodega tenga la apariencia de haberse construido a principios del siglo pasado. Debido al clima últimamente se planteó adaptar a los edificios a nuevos objetivos para asegurarlos. Por medio de la implementación de soluciones climáticas que se basan en la naturaleza aumentando su eficiencia energética, reduciendo el carbono y favorecer a la biodiversidad.
Por fuera del edificio se fabricó una estructura a base de tubos de acero, que se encuentra un poco separada de la bodega, que reconoce y determina la distribución de hoyos en la fachada. Con una vegetación plantada en jardineras que se encuentran situadas en su base que le proporcionan un soporte continuo para subir, la estructura fue cubierta con un cable de acero inoxidable en forma de trenza en forma geométrica. Las forjas y cubiertas le permiten conservar la instalación de conectores a una losa de hormigón que funciona como refuerzo.
Tiene una cubierta con una estructura con forma de árbol ligera, que sale encima de las de las paredes, permitiendo se puedan hacer nuevos hoyos para resolver la iluminación, ventilación y acondicionamiento para adaptar los espacios a lo que se necesita ahora de eficiencia energética y accesibilidad. El voladizo de la cubierta leda sombra y le permite el reflejo del alero de teja original por medio de una superficie de espejo, anteponiendo lo antiguo y lo contemporáneo.
Fuente : archdaily.mx
Otras Fuentes : Laminas y aceros de Yucatán