Como ya habíamos visto en la parte Tratamientos Térmicos del Acero Parte 1, cuando las piezas de acero ya están formadas, se pueden modificar ciertas características que permitan mejorar sus propiedades y funcionamiento, existen varios procesos así como elementos que agregados al acero logran este cometido, aquí mostraremos solo algunos de los principales, en la parte 1 ya habíamos visto El Templado, Cementado y Nitrurado. En esta ocasión veremos estos otros procesos:
Bonificado:
Es el proceso de calentar nuevamente el Acero, que ha sido templado para aumentar su dureza y que se vuelve extremadamente frágil por dicho proceso debido a las tensiones internas que se generan en el metal. Esto hace tan frágil el material que puede quebrarse con un golpe; para evitar esto, se calienta el acero hasta una temperatura X1 mas baja que la temperatura de templado, seguido de un enfriamiento brusco en el mismo medio en el que se realizó el temple (Aceite, agua, aire, etc.). Esto libera al Acero de las tensiones internas aunque pierde algo de su dureza.
Algunos autores nombran a este proceso como Revenido.
Normalizado:
El normalizado es un tratamiento térmico que consiste en calentar el Acero por debajo o por encima de ciertos parámetros, seguidos de un enfriamiento lento, con la finalidad de ablandar el material para sus posteriores tratamientos, o para volver a sus condiciones originales los aceros que hayan sido previamente tratados o forjados para iniciar nuevamente los tratamientos térmicos.
Existen varios tipos de normalizado dependiendo de las características que se busque lograr.
Recocido:
Es un tratamiento térmico en el cual el acero se calienta solo hasta ciertos parámetros que permitan obtener las características estables del material (Fase estable), a falta de la posibilidad de tener un periodo de enfriamiento lo suficientemente lento, que permita que se desarrollen todas las características posibles.
Revenido (Liberación de esfuerzos):
Las piezas de acero sujetas a un mecanizado, soldadura, etc., generan tensiones internas que si no son eliminadas pueden modificar la forma o las dimensiones de la pieza al recibir un tratamiento térmico o de maquinado posterior.
Esto se logra calentando la pieza a temperaturas por debajo de las temperaturas del tratamiento térmico (-50 grados centígrados) o a temperatura de 600 grados seguidos de un enfriamiento lento en el mismo horno o a la corriente de aire. También es posible hacer el enfriamiento en atmósferas especiales o al vacío para evitar la oxidación de este.
Links:Laminas y Aceros
Fuentes:Dureza Aplicada
Fuentes:Tractermia