Todos los cuerpos emiten y absorben radiación en su entorno, es por eso que el calor tiende a afectar en el interior de tu hogar llevando así una serie de procesos, que se describen a continuación:
Conducción:
Es un proceso de transmisión de calor basado en el contacto directo entre los cuerpos, por ejemplo, cuando el techo calienta los apoyos estructurales elevando la temperatura de todos los elementos del techo que se encuentran conectados entre sí.
Convección:
La convección en sí es el transporte de calor por medio del movimiento del fluido, es decir una vez que la cubierta del techo y su estructura estén a su máxima temperatura se generan corrientes convectivas de aire, las cuales por su cambio de densidad cambian el aire de menor temperatura a mayor temperatura.
Radiación:
La cantidad de energía que abandona una superficie en forma de calor radiante depende de la temperatura absoluta y de la naturaleza de la superficie, es decir, que atacan las superficies de las estructuras las cuales absorben esa energía calentándose demasiado y así emitiéndola en tu hogar.
Sabiendo esto, ¿cómo podemos evitar que alguno de estos procesos nos afecte en nuestra vida diaria?, un aislante térmico o reflectivo es la solución ideal, ya que esta compuesto de capas de aluminio y polímeros para atrapar el aire y de esa manera reducir la transferencia de calor.
Links: Láminas y Aceros.
Fuente: Prodex.