Japón es un lugar para maravillarse, ya sea por sus hermosos paisajes, por su enigmática comida o su tan inusual cultura, en esta última podemos destacar su inclinación hacia el reciclaje de todo tipo incluyendo construcciones abandonadas.
En el 2016 una comunidad en Miura, percibió que los jóvenes se estaban mudando a las grandes ciudades y que la economía se había estancado, entonces decidieron iniciar un proyecto para restaurar varios lugares abandonados y convertirlos en tiendas y lugares de entretenimiento que pudieran atraer a los turistas.
Se propuso un diseño que reivindique un sentimiento nostálgico, con interiores simples en una mezcla de azulejos blancos y paneles de madera, con piso de concreto, este pequeño lugar de tan solo 215 metros cuadrado es una de las obras mas destacadas de esta iniciativa ciudadana.
Para el exterior de la tienda se reemplazaron los antiguos muros con paneles de policarbonato transparente para que las personas y posibles clientes puedan ver el interior de la cafetería, con la idea de acercar el entorno verde al interior de la tienda y mostrar los alimentos .
Y finalmente el marco original en madera del edificio complementa la ilusión de brillo, claridad rural y coloquial de todo el recinto. Ubicado cerca de la bahía costera de Miura y tan solo a un hora de Yokohoma y hora y media de Tokio, los residentes de la ciudad esperan atraer gente que pueda disfrutar de la brisa marina, el canto de los pájaros y un buen bagel.
Fuente: ArchDaily, The monopolitan, 23 years designboom
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