El aumento de las temperaturas conlleva a una mayor proliferación de insectos, sobre todo en los mosquitos, lo que a su vez incrementa la demanda de repelentes para insectos para el uso humano, dichos productos contienen sustancias activas con propiedades biocidas que repelen a los insectos.
Uno de sus principales objetivos es controlar la presencia de organismos dañinos que pueden transmitir enfermedades infecciosas al repelerlos y evitar el contacto con las personas, suelen aplicarse directamente sobre la piel o también se puede encontrar en formatos impregnados en otros soportes.
Sin embargo, el uso de repelentes para insectos puede tener varios riesgos para la salud humana, sobre todo cuando se usan de forma excesiva como respuesta a las constantes picaduras de estos incómodos visitantes, cabe recalcar que uno de los puntos más importantes es utilizarlos de la manera más responsable y seguir cada una de las indicaciones del producto.
Uno de los riesgos que puede causar el repelente es irritación en la piel, especialmente en personas con piel sensible o si se utiliza en concentraciones demasiado altas, de tal manera puede manifestarse como enrojecimiento, picazón, hinchazón o sensación de ardor en la piel.
Fuente: Mundo
Otra fuente: Laminas y Aceros