El hotel W Barcelona se encuentra en la playa de la capital catalana, al lado del paseo marítimo. Una zona privilegiada para disfrutar del mar, que corresponde a una zona ganada al mar mediante un terraplenado con materiales de restos de construcciones derribadas.
El encargado del diseño fue el arquitecto Ricardo Bonfill quien contó con el apoyo de su estudio Ricardo Bonfill Taller de Arquitectura, teniendo como resultado un emblemático hotel de 5 estrellas, cautivador por su imponente silueta en forma de vela y por su fallada de vidrio plateado que refleja el color que lo rodea lo hace más hermoso. Esta maravilla cuenta con 473 habitaciones distribuidas en sus 26 plantas, de las cuales 70 son suites, además de contar con Spa, dos restaurantes, dos bares y una desbordante alberca, todo esto en 42,000 m² y una altura de 87.75 metros.
La estructura interior de este gran hotel tiene como columna vertebral vigas metálicas, para la adecuación de los distintos espacios nos encontramos con materiales como son bloques de hormigón de 20 cm de grueso o pantallas de hormigón de 25 cm, placas de cartón yeso, muros de hormigón, losa aligerada de 30 cm, cubiertas ligeras tipo sándwich y una estructura de apoyo de jácenas metálicas en celosía. Todo esto en una cimentación profunda sostenida con pilotes de 40m de profundidad.
Como resultado en conjunto no sólo es una construcción funcional, es una imponente imagen reflejada hacia el exterior, gracias a una buena proyección arquitectónica y un gran diseño.
FUENTE: PROARQUITECTURA.COM
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