La vegetación siempre es una buena aliada para mantener la calidad del aire en un nivel aceptable especialmente, cuando día a día son más notorios los efectos de la polución, a la cual es la responsable directa de la mala calidad del aire y del cambio climático en general.
El estilo de vida en las ciudades no suele ser muy ecológico y al final los pulmones de las metrópolis, presentes en forma de parques, son insuficientes para combatir la contaminación. Por ello, las fachadas verdes se están convirtiendo en pequeños oasis dentro de las ciudades.
Un sistema constructivo basado en una fachada verde o vegetal, es una estructura que puede estar elaborada de diferentes materiales como: enrejado de acero galvanizado, alambres, gaviones o mallas como apoyo estructural para el crecimiento de las plantas, de la que tampoco reciben ningún tipo de humedad y nutrientes de ella.
El objetivo es crear una segunda piel o pantalla entre el edificio y el ambiente exterior. Existen varios sistemas de sujeción para fachadas verdes que actúan como segunda piel como lo son:
Si pensamos en la sostenibilidad, estos espacios pueden llegar a aportar numerosos beneficios sin utilizar una gran superficie. Además, son superficies que en la mayoría de los casos, no tendrían utilidad alguna por lo que es mejor brindarles una función provechosa.
Link: Láminas y Aceros
Fuente: I. Ambiente