El Coliseo (Colosseum en latín), originalmente llamado Anfiteatro Flavio (Amphitheatrum Flavium), es un gran edificio situado en el centro de la ciudad de Roma, capital de Italia. En la antigüedad poseía un aforo para 50,000 espectadores, con ochenta filas de gradas. Los que estaban cerca de la arena eran el Emperador y los senadores, y a medida que se ascendía se situaban los estratos inferiores de la sociedad. En el Coliseo tenían lugar luchas de gladiadores y espectáculos públicos.
Se construyó justo al Este del Foro Romano donde antiguamente se eregía la domus aurea, residencia del emperador Nerón. Las obras empezaron entre el 70 d.C. y el 72 d.C, bajo mandato del emperador Vespasiano. El anfiteatro, que era el más grande jamás construido en el Imperio Romano, se completó en el 80 dC por el emperador Tito, y fue modificado durante el reinado de Domiciano.
Se desconoce la identidad del arquitecto del edificio. Como ocurría en general con la mayoría de las obras romanas: las edificaciones públicas se levantaban para mayor gloria de los emperadores. A lo largo de los años se han barajado los nombres de Rabirio, Severo, Gaudencio o incluso Apolodoro de Damasco, aunque se sabe que este último llegó a Roma en el año 105.
El Coliseo se usó durante casi 500 años, celebrándose en el peleas de gladiadores y muchos otros espectáculos públicos que tenían lugar aquí, como naumaquias, caza de animales, ejecuciones, recreaciones de famosas batallas, y obras de teatro basadas en la mitología clásica.
El edificio dejó de ser usado para estos propósitos en la Alta Edad Media. Más tarde, fue reutilizado como refugio, fábrica, sede de una orden religiosa, fortaleza, cantera y santuario cristiano.
En la actualidad el Coliseo está situado en la Piazza del Colosseo ligeramente al este del Foro Romano, en la capital de Italia.
En los años de su construcción el emplazamiento escogido para el desrrollo del proyecto fueron unas tierras pantanosas entre las colinas Esquiline y Caelian donde se ergia antiguamente la domus aurea, residencia del emperador Nerón.
El Anfiteatro Flavio, es un enorme edificio ovalado, planta elíptica, de 189 metros de largo por 156 de ancho, y de 48 metros de altura, con un perímetro de la elíptica de 524 metros.
El terreno de juego propiamente dicho era un óvalo de 75 por 44 metros, y en realidad era una plataforma construida en madera y cubierta de arena. Todo el subsuelo era un complejo de túneles y mazmorras en el que se alojaba a los gladiadores, a los condenados y a los animales. El suelo disponía de varias trampillas y montacargas que comunicaban con el sótano y que podían ser usadas durante el espectáculo.
El amplio graderío interior estaba diferenciado en gradus, pisos reservados para las diferentes clases sociales:
El acceso desde los pasillos internos hasta las gradas se producía a través de los vomitorios, llamados así porque permitían salir una enorme cantidad de gente en poco tiempo. Estaba tan bien diseñado que los 50.000 espectadores podían ser evacuados en un poco más que cinco minutos.
La fachada se articula en cuatro órdenes, cuyas alturas no se corresponden con los pisos interiores.
Los tres órdenes inferiores los forman 80 arcos sobre pilastras, y con semicolumnas adosadas que soportan un entablamento puramente decorativo. El cuarto lo forma una pared ciega, con pilastras adosadas, y ventanas en uno de cada dos vanos.
Los órdenes de cada piso son sucesivamente toscano, jónico, corintio y compuesto.
El Coliseo, el mayor anfiteatro construido hasta entonces, situado en el centro de Roma, capital a su vez del Imperio Romano fue sin duda una gran muestra de poderío por parte del Imperio.
El anfiteatro recreaba en si un Imperio a menor escala. En él se celebraban las mayores peleas de gladiadores, las cacerías más sangrientas, etc. Para estas ocasiones llegaban a la ciudad gladiadores procedentes de todas las provincias del Imperio para matarse entre sí o enfrentarse a las más diversas criaturas que habitaban en las distintas provincias. Sobre la arena se podía ver pues una pequeña muestra de las grandes extensiones bajo el dominio del imperio en forma de guerreros y animales.
El público de la capital se concentraba en el Coliseo para admirar la variedad y las extensiones que no podían llegar a imaginar que estaban bajo el dominio del impero del cual tenían el orgullo de ser ciudadanos.
Las peleas además eran ambientadas según el origen de los participantes por lo que los asistentes tenían la sensación de haber viajado a tierras lejanas que nada tenían en común con Roma.
El Coliseo no dejaba de ser un lugar de exhibición de poderío. En ocasiones en forma de peleas, otras de cacerías o incluso de sentencias y ejecuciones. Lo cierto es que cualquier asistente a los eventos del Coliseo volvía a casa con la sensación de pertenecer al mayor y más poderoso Imperio del mundo. Algo que fue cierto durante muchos años.
El problema que presenta la enorme carga de la cávea o espacio de gradas destinado a los espectadores, se resuelve mediante la inclusión de poderosos arcos de medio punto que se apoyan sobre robustos pilares de piedra y argamasa y que sostienen las bóvedas anulares, sobre las que se asientan los diferentes niveles de gradas. Desde la arena salían 80 paredes radiales que apoyan las cámaras acorazadas para la zona de gradas, callejones y escaleras.
Al exterior tres líneas de arcadas superpuestas articulan el muro, correspondiéndose con los tramos abovedados del interior. Los arcos se encuentran flanqueados por semicolumnas y rematados por dinteles, que sirven de cornisa de separación con el piso superior. En el borde externo las arcadas circunferenciales ligan cada nivel y las escaleras entre los niveles. Años después de su terminación se agregó el cuarto nivel que exteriormente se aprecia como una pared sin arcos, con pilastras de orden compuesto.
En ocasiones había batallas navales en las que la arena se inundaba para poder manejar las barcas. Cuando terminaba el espectáculo, la arena se desecaba mediante un sistema de alcantarillas.
En la construcción se utilizó una combinación cuidadosa de materiales: concreto para las fundaciones, los romanos fueron los creadores del “opus caementicium”, mezcla de grava, arena, cal y agua. Bloques de travertino para los embarcaderos y las arcadas, relleno de tufa entre los embarcaderos para las paredes de los dos niveles más bajos. El ladrillo de concreto y la toba fueron usados para los niveles superiores y para la mayor parte de las cámaras acorazadas. Para unir los grandes bloques se aplicaron grandes grapas de metal, se calcula que para ello fue necesario fundir 300tn de diversas aleaciones.
En las paredes se utilizó mármol y estuco, una masa de yeso blanco mezclado con agua de cola que también era utilizado para realizar figuras o piezas que luego se decoraban.
El ruedo donde se llevaban a cabo los espectáculos estaba realizado con un entarimado de madera cubierto con arena, debajo del cual se extendía el complejo sistema de pasadizos, cuartos y cámaras acorazadas. Con el transcurrir de los años no ha quedado nada de este entarimado quedando al descubierto el complejos sistema de pasadizos y celdillas.
Para elevar las puertas por donde salían los gladiadores y las ferias se utilizaba un sistema de elevadores creado con poleas manuales, mientras que algunas graderías fueron protegidas con barandas de bronce.
El último piso era protegido en verano por un toldo o velarium que se fijaba a los mástiles sujetos con ménsulas y al igual que las puertas de acceso al ruedo eran izados mediante poleas. Durante los espectáculos nocturnos se suspendían grandes candelabros sobre la arena.
La decoración fue muy estudiada y rica en elementos, con gran profusión de estatuas, relieves de mármol y estuco, escudos de bronce o asientos de travertino. De ella, después de XX siglos de historia, numerosos terremotos, expolios y otros daños apenas quedan algunos vestigios.
Otros Links:
Estructuras Históricas: La Torre de Pisa