El proceso de galvanizado es una técnica que se usa para proteger el acero de la corrosión desde hace más de 250 años.
La corrosión, la causa una tendencia inherente de los metales cuando son sometidos al aire y a la humedad, que tienden a volver a su forma terrenal original, normalmente un estado de mineral.
El galvanizado consiste en la inmersión de piezas de acero en zinc fundido para protegerlas de la corrosión y potenciar su fortaleza mecánica a los golpes y a la abrasión.
Proceso de galvanizado
El proceso de galvanizado puede ser en caliente, por inmersión o al fuego, en esta ocasión hablaremos del proceso caliente únicamente.
El galvanizado en caliente es el proceso de inmersión de acero o hierro fabricado en una caldera o baño de zinc fundido. El proceso es inherentemente simple, lo que brinda una ventaja distintiva en contraste con otros métodos de protección contra la corrosión. Está regulado por la norma ISO UNE EN ISO 1461, que es el estándar internacional para recubrimientos de galvanizado por inmersión en caliente en productos de hierro y acero.
El proceso de galvanizado en caliente consta de tres pasos básicos:
La preparación de la superficie es un paso crítico en la aplicación de cualquier recubrimiento, ya sea galvanizado, cromado, cobreado, etc. La mayoría de los casos en los que un revestimiento falla antes de que termine su vida útil prevista, se deben a una incorrecta o inadecuada preparación de la superficie del material. La ventaja en el caso del galvanizado es que tiene un control de calidad inherente en su propio proceso, ya que el zinc no se alea en una superficie de acero sucia.
Se trata de la fase que es propiamente el galvanizado, es decir, la inmersión del acero en un baño de zinc fundido, especificada por la UNE EN ISO 10346 y la UNE EN ISO 1461 (en Estados Unidos, por la ASTM B6), y requiere al menos un 98% de zinc puro mantenido a 435-455ºC.
Mientras está sumergido en la caldera, el zinc reacciona con el hierro del acero para formar una serie de capas de aleación intermetálica de zinc y hierro unidas metalúrgica-mente, comúnmente coronadas por una capa de zinc puro resistente a los impacto.
La reacción metalúrgica termina cuando se detiene el burbujeo de zinc fundido en la caldera. En este punto, el galvanizado está completo y el acero se retira del hervidor para que se enfríe. Una vez que el recubrimiento de la pieza se completa, se retira lentamente del baño de galvanización, y el exceso de zinc se elimina por drenaje, vibración y/o centrifugación.
La inspección del acero galvanizado en caliente es simple y rápida. Las dos propiedades del revestimiento galvanizado por inmersión en caliente que se analizan con más detenimiento son el espesor del recubrimiento y el aspecto/estado de la superficie. Se pueden llevar a cabo una variedad de pruebas físicas simples para determinar el grosor, la uniformidad, la adherencia y la apariencia de cada pieza
Gracias a este proceso el acero se ha vuelto más resistente a la corrosión.
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