Los cierres hoy en día son muy valorados en el mercado por su alta resistencia y fiabilidad, especialmente en todas aquellas aplicaciones donde el cierre trabaja en condiciones de elevada exigencia, pero este pequeño pero gran artefacto es más complejo de lo que imaginas.
Los cierres hoy en día son muy valorados en el mercado por su alta resistencia y fiabilidad, especialmente en todas aquellas aplicaciones donde el cierre trabaja en condiciones de elevada exigencia, pero este pequeño pero gran artefacto es más complejo de lo que imaginas.
En 1913, el ingeniero eléctrico sueco Gideon Sundbäck desarrolló un “sujetador sin ganchos”; que es el cierre que actualmente conocemos hoy en día y fue el primero que establece las bases del cierre que actualmente se usa alrededor del mundo. Sundbäck mejoró el sistema de broches aumentando la cantidad de “dientes” por pulgada de cuatro a diez u once, e incorporó el sistema de dos hileras enfrentadas que se convierten en una pieza al desplazar el deslizador. En 1917 se emitió la patente para el “cierre separable” y Sundbäck inmediatamente desarrolló la máquina para fabricación masiva de su producto.
Hoy en día, al cierre se le puede ver en todos los objetos imaginables, desde equipos de camping, maletas, ropa y zapatos, artículos de piel, hasta materiales quirúrgicos. Incluso se usan en audífonos, para evitar que se enreden los cables. La NASA desarrolló versiones aislantes e impermeables del cierre, que permiten mantener la presión al interior de trajes para la altura y el espacio, y que luego se adaptaron para el buceo.
Los cierres de metal están constituidos por dos cintas de materia textil en las que se colocan dientes de metal que se engranan unos con otros y cuya funcionalidad se basa por la acción de un deslizador. Pueden tener longitudes, formas, grosor de los dientes o cinta textil distintos, así como acabados (color), de acuerdo a las necesidades de los usuarios, sin alterar sus características fundamentales.
Los cierres de metal se pueden hacer con diferentes tipos de metal y pueden venir en diferentes tamaños de calibre.
Los metales más comunes que se usan para hacer las cierres son aluminio, bronce metálico, níquel y níquel antiguo y latón con su variedad antigua.
Otros Links: Láminas y Aceros.