Uno de los principales problemas de mantenimiento de materiales en las zonas costeras y en sectores como el industrial y el náutico, es la oxidación y la corrosión de los materiales. Esto es debido a que el acero tienen un sinfín de usos. Es por ello que, al mencionar oxidación y corrosión, es hablar de dos procesos que generan desperfectos en los elementos que están constituidos por metal y, por lo tanto, reducen su resistencia y durabilidad y, lo que es más grave, esto puede llegar a poner en riesgo la vida de las personas.
La oxidación se genera cuando el metal entra en contacto con el oxígeno, generando una reacción en la superficie, provocando manchas de color marrón, rojizo o naranja, aunque pueden variar según la producción y los componentes químicos. La oxidación se genera por las condiciones climatológicas, y este proceso no suele deteriorar la resistencia, ni su seguridad o funcionalidad y, hasta en algunos casos, cuando el óxido se adhiere al acero, puede hasta mejorar la adherencia.
La corrosión es una reacción química, en la cual el metal entra en deterioro al estar expuesto al medio ambiente. Y además, durante este proceso, el metal pierde propiedades mecánicas y sus características. Es decir, a mayor corrosión, mayor deterioro. La corrosión es un gran problema en la industria, pues las piezas tienden a romperse y si no se protegen, pueden provocar accidentes graves.
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Fuente: FerrosTexar
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