¿Quién no quiere ser feliz? Dudo que alguien desee esquivar esa meta. Sin embargo, a veces nuestras acciones pueden ir en contra de esto. Sin darnos cuenta estamos obstaculizando el camino hacia la felicidad. Pero estos baches en el camino no son el fin, podemos modificarlos o erradicarlos y así no convertir el camino hacia la felicidad en una pendiente sin límite.
1. Los celos y la envidia
Quizá para otras personas el trayecto para alcanzar la felicidad es mucho más directo y sencillo. No deberíamos ponernos celosos o envidiarlos, sana o insanamente. Todo lo contrario, si son seres queridos deberíamos alegrarnos por ellos.
La envidia, los celos y la comparación van en detrimento de nuestros objetivos.
Cuando nos acercamos al final de un camino generalmente nos asustamos. Tenemos miedo a que algo termine. Pero eso nos está afectando muchísimo.
Recuerdo cuando estaba por terminar la facultad, tenía sentimientos extraños dentro de mí. Quería recibirme, pero no podía dejar la facultad. Tenía miedo a recibir el título y eso me estaba afectando. En vez de disfrutar una meta alcanzada, tan solo pensaba en los miedos.
3. No empezar las cosas
¿Quieres hacer algo? ¡No esperes más! Es hora de ponerse en marcha. No tendremos experiencia hasta que lo hagamos. Quizá no estemos listos, pero en el camino puede ser que nos adaptemos.
Anímate y comienza a trabajar en tus metas.
Lo que pasó, pasó. No hay forma de volver el tiempo atrás. Podemos aprender de los errores, de los aciertos, pero no quedarnos en el pasado. Piensa en el hoy, disfruta de la vida diaria y serás más feliz.
Pero tampoco deberíamos centrarnos en el futuro, nos impedirá disfrutar el día a día. ¿Sabes qué significa “carpe diem”? Disfrutar el momento. Es una filosofía que trato de aplicar diariamente y así concentrarme en el presente.
La perfección no existe. Podemos ser felices, pero no perfectos, y si aspiramos a tal perfección para poder lograr la felicidad estamos yendo por el camino incorrecto.
Como dijimos, la perfección no existe. Cada cuerpo tiene defectos y eso no debería interferir en nuestro camino por alcanzar la felicidad. Podemos aceptarlos o trabajar para minimizarlos, pero muchos de ellos van a seguir estando allí, con nosotros.
Es hora de aceptarlos, interiorizarlos y disfrutar de la belleza natural.
Suena extraño ponerse excusas a uno mismo, pero es más común de lo que creemos. Es hora de confiar más en nosotros, de estar seguros de lo que hacemos y así evitar las excusas.
Esto no quiere decir que nos conformemos con cualquier cosa, pero sí que nuestras expectativas no sean inimaginables. Si son muy altas, es difícil llegar a ellas y, por ende, será más difícil alcanzar la felicidad.
El Sí puede abrirnos muchísimas puertas, sin embargo, deberíamos aprender a decir no cuando realmente lo sentimos.
¿Quieres sentirte mejor contigo mismo? Para alcanzar la felicidad deberías eliminar estos 10 hábitos de tu vida diaria.
Conoce más información sobre el bienestar humano
Otros Links
Ejercicios de estiramiento que puedes hacer en cualquier lugar