Normalmente existen tres tipos de monedas: las monedas de curso legal que usamos como dinero, las monedas de oro que se usan como inversión y finalmente, las monedas de colección,que son piezas de gran calidad usualmente fabricadas en oro y plata, y que conmemoran hechos o eventos históricos.
La primera civilización que acuñó monedas fue la Lidia en Asia Menor, en el año 640 antes de Cristo. La idea se extendió hacia la Antigua Grecia, cuyas monedas a menudo representaban a una lechuza, el símbolo de la diosa Atenea. Sobre el año 500 a.C. los chinos inventaron monedas hechas con materiales baratos como el cobre en lugar de oro y plata.
Aunque en la antigüedad el proceso de fabricación de las monedas se realizaba de manera manual en la actualidad se realiza de la manera siguiente: La plata entra en un horno de fundición que está a 1.150 grados centígrados, posteriormente , la plata fundida se moldea en una barra continua de 4 centímetros de alto y 12 centímetros de ancho.
El siguiente paso es pasar el lingote por un laminador de acabado que lo aplana todavía más para dejarla del grosor de la moneda. A continuación la troqueladora crea los cospeles (Pieza metálica lisa preparada para grabar el anverso y el reverso en la acuñación de monedas).
La siguiente parada de los cospeles es una rueda giratoria que por medio de presión crea un borde elevado, los cospeles pasan a una bañera llena de agua, soluciones de limpieza y bolas de acero. Las bolas de acero actúan como agente abrasivo alisando y puliendo los cospeles.
Los operarios de la fábrica de moneda secan posteriormente los cospeles a mano. De este modo se aseguran de que no habrá manchas de agua en la superficie a lo largo del proceso de transformación de las monedas.
En la segunda y última parte de este blog, hablaremos sobre el proceso de grabado y como se realizan los controles de calidad para las monedas.
Fuente: Como se hacen las monedas
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