Vivir en la costa o cerca de una zona costera representa una gran exposición a la corrosión atmosférica por la humedad que se encuentra en el ambiente. En consecuencia, es importante prevenir el efecto de la corrosión de metales en autos, rejas o en construcciones de estos lugares.
Para ello, existen formas de evitar y prevenir los distintos tipos de corrosión, por lo que el siguiente artículo aborda algunas consideraciones ante este desafío.
La corrosión es el resultado de una reacción electroquímica donde se ceden electrones de un material a otro. Como la mayoría de los metales contienen electrones, estos se ven afectados por otros materiales con los cuales se realiza este intercambio.
Un factor importante en la corrosión de un metal es el contacto con la tierra, el polvo, agua y aire, pues son componentes que dañan las superficies de los metales al provocarles manchas y pequeñas picaduras.
En ciudades costeras la corrosión atmosférica tiene un mayor impacto, ya que la cantidad de sales que están diluidas en el mar o mezcladas en terrenos, como el sedimento en las dunas costeras, generan daños más agresivos en los metales.
De esta manera, las sales marinas producen que en una construcción que es realizada con metales y se encuentra ubicada en una zona costera y sus alrededores, se vea afectada por corrosiones y, por esa razón, es necesario darles mantenimiento de forma continua.
Además, gran parte de la corrosión de un metal en zonas de costa se debe a la brisa del mar. Esta manifestación se origina por las diferencias en la temperatura. Esto significa que el viento sopla desde el mar hacia la tierra durante las noches y en forma inversa en las mañanas.
Cuando el viento llega del mar, acarrea sales y minerales que dañan las estructuras de metal al causarle diversos tipos de corrosión. De igual manera, es importante mencionar que, en las ciudades donde existen dunas y acumulación de arena, el nivel de corrosión atmosférica suele ser mayor que en las ciudades donde no las hay.
El problema en construcciones o herrería puede solucionarse eligiendo los materiales indicados, que tengan recubrimientos metálicos de alta duración ante climas extremos.
La tecnología XTREME llegó para complementar el acero inoxidable y los clásicos recubrimientos galvanizados, porque es una capa adicional que se integra al acero para hacerlo aún más resistente. Los productos que estén protegidos con este recubrimiento pasan por un proceso en el cual se agrega al acero una capa de protección defensiva y una galvánica.
La primera capa aísla al acero de factores dañinos en el ambiente, lo cual retarda su corrosión. Respecto a la capa catódica o galvánica, esta ayuda a proteger el material metálico durante su oxidación natural, es decir, ofrece una protección activa que garantiza una duración 7.5 veces más en comparación con recubrimientos metálicos de clase comercial.
Otros links: Laminas y Aceros
Otras fuentes: Deacero