En esta oportunidad retomaremos el pasado, y hablaremos de un hecho un tanto peculiar que sucedió en nuestro México en el año de 1828, después de la Independencia, la historia relata de varios ciudadanos franceses residentes en la Ciudad de México, se encontraban trabajando, entre ellos un pastelero (de allí el nombre del conflicto) de apellido Remontel.
¿Cuál fue el problema?
Resulta que reclamaron reparaciones por los daños sufridos en 1828, cuando oficiales mexicanos causaron daños a su local.
En ese tiempo el Ministro de Relaciones, Luis G. Cuevas, afirmó que "el Gobierno no encuentra obligación para hacer indemnizaciones, cuando se reclaman por pérdidas a consecuencia de un movimiento revolucionario".
Como resultado de estas declaraciones, el 16 de abril de 1838 llego consigo en Veracruz una escuadra de la marina real francesa, compuesta por 26 navíos de guerra al mando del Almirante Bazoche, dispuestos a presionar al gobierno del país a demandar lo que se les exigía.
Francia envió un ultimátum al gobierno mexicano y los franceses tenían la orden de abrir fuego el 27 de noviembre, en contra de la fortaleza de San Juan de Ulúa, en Veracruz.
México, entonces encabezado por la presidencia de Anastasio Bustamante, se negó a negociar con Francia mientras sus embarcaciones estuvieran en costas veracruzanas amenazando al pueblo mexicano. Sin embargo, los franceses no estaban en el mejor de los ánimos para recibir ese tipo de ordenes.
Por el contrario, Francia comenzó a apoderarse de las naves comerciales mexicanas el 16 de abril de 1838, para generar una mayor tensión.
Para noviembre de ese año, inicia lo que tanto se esperaba, los barcos franceses dieron inicio al bombardeo a la ciudad de Veracruz.
En ese tiempo Antonio López de Santa Anna, era el encargado de las tropas mexicanas, el cual tenia la orden de expulsar a todo francés que intente invadir tierras mexicanas.
El general al no poder contra las tropas francesas, se ven obligados a retroceder, y por lo tanto, pierden la batalla, por lo que finalmente, el 9 de marzo de 1839 se firmó en Veracruz el Tratado de Paz entre México y Francia.
El gobierno mexicano se comprometió a pagar los $600,000 pesos de indemnización para los residentes franceses, y se ofreció al gobierno francés el mismo tratamiento comercial que se daba a otros países.
Sin embargo, se dice, que al final México no terminó de pagar la indemnización acordada, por lo que los franceses retomarían una nueva guerra en un futuro.
Fuentes: Mexico Desconocido
Otras fuentes: Laminas y aceros