Las barandillas tipo sargento, también conocidas como barandillas de tubos o barandillas tubulares, pueden ser seguras en la construcción siempre y cuando se instalen de acuerdo con las normas de seguridad adecuadas. Las barandillas tipo sargento son montantes de tubo cuadrado que se sujetan en forma de pinza al resto del forjado. Las dimensiones de estas pinzas son graduables, por lo que se puede adaptar al grosor del forjado. En estas mismas piezas se cuelgan unos soportes en los que se apoyan los distintos elementos de la barandilla.
La seguridad de las barandillas tipo sargento depende de varios factores, como la calidad del material utilizado, el diseño y la instalación. Es importante que las barandillas sean diseñadas para soportar las cargas que se les puedan aplicar, como por ejemplo el peso de una persona que se apoye en ellas.
Además, es importante que se instalen correctamente y que se fijen adecuadamente a la estructura de la construcción. Las barandillas tipo sargento deben ser instaladas por personal capacitado y siguiendo las normas de seguridad específicas para la construcción.
Es importante tener en cuenta que existen diferentes tipos de barandillas que pueden ser utilizadas en la construcción y que cada una tiene sus propias características y normas de seguridad específicas. Es recomendable consultar con un experto en seguridad en la construcción para determinar cuál es el tipo de barandilla más adecuada para cada situación específica y para asegurarse de que se instale de manera segura y adecuada.
Existen tres puntos que explican la polémica acerca del uso de barandillas tipo sargento:
1. La pinza que sujeta la barandilla al forjado puede dañar la estructura del edificio.
2. La pinza que sujeta la barandilla al forjado puede deslizarse.
3. La pinza que sujeta la barandilla al forjado puede no ser adecuada para el grosor del forjado.
Es importante que las barandillas cumplan con los requisitos de seguridad necesarios para evitar accidentes en la construcción.
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Fuente: Temiser