Durante los últimos años, se apuesta por el uso de energías renovables con el fin de contribuir al medio ambiente. Australia es un ejemplo de los países que invierten en este tipo de energía, ya que tendrá la planta más grande del mundo, Port Augusta tendrá una inversión de 510 millones de dólares, dicho costo está por debajo del costo estimado en comparación con una nueva central de carbón.
Según Wasim Saman, de la Universidad de Australia del Sur “La importancia de la generación termosolar reside en su capacidad de proporcionar energía virtualmente a demanda mediante el uso de almacenamiento de energía térmica”.
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¿Cómo funciona una plata termosolar?
El proceso de la energía termosolar se realiza mediante centrales térmicas solares en las cuales la radiación solar aviva un fluido, el cual alcanza un nivel termodinámico que permite generar la potencia suficiente para echar a andar un alternador (dispositivo que produce la energía eléctrica). En pocas palabras, las plantas fotovoltaicas convierten la luz solar directamente en energía, usando espejos para concentrar la luz en un sistema de calefacción. Gracias al calor almacenado en el sistema de sal fundida, se calienta agua para generar energía gracias a turbinas de vapor.
Según las previsiones, Port Augusta podrá seguir generando energía ocho horas después de que el sol haya caído. Se busca, a medio plazo, conseguir completar el ciclo diario de tal forma que la producción energética no se vea alterada por la duración de los días.
Aunque es una forma económica más almacenar energía, también tiene factores en cuanto al aprovechamiento en su almacenamiento, pues sólo pueden almacenar calor, por ejemplo, no su puede usar para almacenar el excedente eólico.
Una de las ventajas de esta fuente de energía es que limpia, abundante y renovable: cada diez días, la tierra recibe la energía del sol, lo que equivale a todas la reservas de petroleo, gas y carbón.
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Fuente: World Economic Forum.