Hay que tener en cuenta las diferencias entre las propiedades del acero inoxidable y del acero común para que la soldadura sea un éxito. Además, el empleo de estas aleaciones de inoxidable se aplica en la industria farmacéutica, alimenticia y nuclear por lo que es de vital importancia que sean de máxima calidad y cuyo resultado no merme la resistencia a la corrosión o de salubridad.
Cabe señalar que la soldadura para acero inoxidable genera un baño que en general resulta menos fluido que el de un acero ordinario. La penetración obtenida no es tan grande. Para compensar estos inconvenientes se debe prestar especial atención a las operaciones previas de preparación y separación de bordes. Se recomienda hacer un chaflán en los bordes para facilitar así la fluidez y penetración del baño de fusión. Te recomiendo consultar mi próximo blog Preparación de piezas antes de soldar.
Los aceros inoxidables muestran una mayor resistencia eléctrica debida a su estructura interna y composición. Lo que esto implica es un mayor nivel de intensidad de corriente en el equipo de soldadura, aproximadamente entre un 25% y 50% superior.
Si se emplea una corriente eléctrica de intensidad baja dará un arco muy inestable, con interferencias de la escoria en el arco que terminará por pegarse en el electrodo y esto provocará un cordón incorrecto. Si la corriente es demasiado alta, en su contra, generará un salpicado excesivo y poco control sobre el baño de fusión, produciendo fisuras y una pérdida de resistencia a la corrosión por pérdida de cromo.
Una de las consideraciones más importante a la hora de soldar es la posición para mantener el electrodo la cual dependerá de las técnicas de avance en función a la posición en que se realiza la soldadura, a continuación les presento cuales son y sus características:
Soldadura a derecha.
Produce una mayor penetración y avance de la pistola. Genera un baño caliente y muy fluido. Esta técnica requiere por parte del operario una cierta habilidad.
Soldadura a izquierda.
Se recomienda para soldar chapas finas ya que la penetración es muy poca. Por lo que genera cordones muy anchos.
Soldadura en vertical.
El electrodo se debe mantener en perpendicular a la pieza.
Soldadura en cornisa.
El baño del cordón superior tiende a gotear por los efectos de la gravedad.
Soldadura en techo.
Se recomienda varias pasadas y siempre pequeñas.
En general, para cualquier soldadura en aceros inoxidables se recomienda emplear la intensidad de corriente mínima, pero que proporcione un arco estable y cordones rectos. Con ello se conseguirá un cordón con mejor resistencia a la corrosión y minimizará también el aporte de calor, lo que reduce el riesgo a la fisuración del cordón y a la generación de deformaciones.
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Fuente: Ingeniería Mecánica
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