Nuestro ritmo de vida cada día es más rápido, tratamos con más gente, lidiamos con más problemas, clientes, vamos a mas lugares, nos encargan más tareas. Siempre sentimos que el día es muy corto y no pudimos hacer ni una cuarta parte de lo que nos propusimos. Muchos autores han estudiado este fenómeno de escases de tiempo. A continuación, te presentamos un extracto del libro de la autora Racial Sosa y que seguramente te ayudara para cuando sientas que no te alcanza el tiempo.
¿Sientes que no te alcanza el tiempo?
El principal error que cometemos es, precisamente, basar la gestión del tiempo en el ¿reloj. Si quieres administrar bien tu tiempo sustituye el reloj por una brújula. Cuando administras tu tiempo basado en el reloj (de tal hora a tal hora voy a hacer tal cosa, de tal hora a tal hora, esta otra …) llenas tu agenda de actividades, bajo la premisa de “no perder el tiempo”, llenando cada minuto de tu agenda; No obstante, lo importante es: Identificar qué es lo que quieres lograr, para de esta manera, priorizar tus actividades.
Aunque todas las actividades nos parezcan importantes, en realidad hay unas más importantes que otras. Clasificar algo como importante es una decisión personal que emana de adentro y urgencia es una presión que está en el entorno, que viene de fuera y que provoca que lleves a cabo una acción. Te llaman por teléfono y te parece urgente contestar justamente porque es una presión que viene de afuera; si tienes una brújula interna y ves quién está marcando, puedes valorar si es una persona clave en tu vida o en la tarea que estás realizando o no lo es; es decir, tú puedes decidir contestar o no, en base a la importancia de la llamada; de esta manera no llenas ese tiempo con una llamada que no consideras importante y evitas decir “es que… me llamaron y… tuve que contestar”. Si lo hicieras está claro que estás manejando el reloj y no la brújula. La brújula te define prioridades.
Para gestionar tu tiempo de manera eficiente:
Logros: Productividad y eficiencia
Si aprendes a administrar tu tiempo de manera eficiente, ganas productividad y eficiencia. Si eres empleado en una compañía, vas a ser reconocido más que por reportar actividades, por reportar logros, es decir, no dirás “esto es lo que hice”, sino “esto es lo que logré”. Asimismo, para tu jefe es igualmente beneficioso, ya que es fundamental asegurar que la gente que trabaja para él logra algo que es esencial para la organización: dar cada vez mejores resultados. La suma de gente más eficiente va generando una organización de alto desempeño, por lo que, claramente, se construye un entorno de ganar ganar. Y todo ello favorece el clima organizacional de una empresa, no hay nada más tedioso y negativo para una empresa que hacer actividades redundantes, que no aportan, que la gente no disfruta, tener lo peor de los dos mundos. Perdemos el tiempo en actividades que no aportan valor y que a nadie le gustan, mientras que, en un entorno productivo, uno está más entusiasmado por lo que está logrando, le genera mayor satisfacción y eso impacta positivamente en el clima organizacional del lugar de trabajo.
Cabe señalar que la habilidad o aptitud de saber gestionar el tiempo de manera eficiente, no es algo propiamente genético, algo con lo que naces, pero diría que el 20% de la habilidad de manejar el tiempo sí tiene que ver con rasgos de la personalidad. Es decir, hay personas que nacen con una personalidad más espontánea, más introvertida y eso, a veces, hace que sean un poco más desordenados, pero sí es cierto que la personalidad juega un papel importante en cuanto a cómo administramos nuestro tiempo. No obstante, el 80% está directamente ligado a una técnica, y, al ser una técnica, todos la podemos aprender.
Finalmente, el tiempo es lo más democrático que hay; Todos tenemos 24 horas al día y eso es muy democrático. No es algo que podamos comprar, por lo que el problema no está en la cantidad de tiempo que tenemos, sino en cómo lo administramos.
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