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Progreso es la ciudad portuaria de Yucatán y tiene el muelle más largo del mundo. Se construyó en 1941 con una longitud de 2.1 km. Sin embargo, al crecer la actividad comercial y aumentar el tráfico de buques cisterna y cargueros, en 1988 se amplió hasta una longitud de 6.5 km.
En 1969 se construye un muelle vecino situado a sólo 200 metros al oeste del muelle de Progreso el cual actualmente está muy deteriorado, con columnas en muy mal estado y una estructura casi totalmente desaparecida, a pesar de ser veintiocho años más joven. ¿Qué fue lo que pasó si estaban situados uno al lado del otro y sometidos a las mismas condiciones?… en la imagen siguiente se aprecia a la izquierda el muelle construido en 1969 y a la derecha el actual Muelle Progreso.
Ambos muelles estaban expuestos a un entorno de agua salada, elevada humedad y temperaturas extremas, por encontrarse sumergidos en el agua de mar o por estar en zonas que reciben oleaje y salpicaduras; con el paso del tiempo, los cloruros penetran en el concreto y la varilla de acero al carbono con la que estaba construido el muelle de 1969 empezó a corroerse y el óxido resquebrajó el concreto, aumentando aún más la penetración de los cloruros acelerando la corrosión. De esta forma el muelle no pudo resistir.
En cambio el Muelle actual se construyó con varilla de acero inoxidable corrugado austenítico 304 (con aleación de níquel) lo que le ha proporcionado mayor robustez y ha frenado considerablemente la velocidad de la corrosión.
El acero inoxidable marca la diferencia.
El acero inoxidable puede parecer caro frente al costo más bajo del acero al carbono. Sin embargo este es un buen ejemplo de que se pueden cuantificar las ventajas económicas y aún más… las ambientales de la elección del acero inoxidable en sustitución del acero al carbono.
En un ejercicio de simulación, se determinó que si el muelle de Progreso en 1941 se hubiera construido con varilla de acero al carbono en lugar de utilizar acero inoxidable, el total de los materiales habría costado aproximadamente un 14% menos, pero sin contar los gastos de mantenimiento, rehabilitación y reconstrucción. El mismo ejercicio de simulación arrojó como resultado que después de 79 años de servicio cumplidos en el año 2020, el muelle construido con varilla de acero al carbono resultaría un 44% más costoso que el muelle actual de varilla de acero inoxidable debido a costos de mantenimiento y reconstrucción.
Gracias a esta decisión, además del ahorro mencionado, se ha evitado interrumpir de manera prolongada el servicio del muelle para hacer reparaciones, renovaciones o sustituciones; de esta forma los usuarios no han resultado afectados. Solo ha tenido 2 mantenimientos programados en 1985 y en el 2000.
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Fuente: IMINOX
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