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Hoy día para ningún ser humano es posible pensar que tuviéramos que vivir confinados en nuestras casas y menos en tiempos modernos. Si nos vamos a la historia pasada, la mayoría de los libros se basan en relatos de los eventos que marcaron a la humanidad, refiriéndose sólo a los conflictos en la relación entre los seres humanos; la lucha y el abuso de poder, la falta de tolerancia, y la avaricia entre otros. Pero cuántos de nosotros en algún momento han tenido la curiosidad de investigar en el pasado en aquellos libros que hacen referencia al papel que han tenido las enfermedades infecciosas en la población en general. Es probable que sea una forma de minimizar al enemigo invisible, al que siempre consideramos inferior, pero que en realidad termina siendo un elemento difícil de erradicar. Pues hoy nos encontramos con nuestra realidad vivir con el COVID-19, y cómo hacer de nuestras vidas un pasaje más llevadero ante este ser invisible.
Hemos tenido que abandonar familia, trabajos, escuelas, fiestas y toda actividad que involucre la posibilidad de reuniones a menos de metro y medio y más. Y poco a poco, y muchas veces en contra de nuestra voluntad hemos aprendido una nueva forma de vida, aislados en las paredes de nuestro hogar. Si aquel en el cual sólo pensábamos que nos servía para llegar y descansar después de una larga faena, aquel que muchos nunca habíamos valorado como nuestro posible escudo protector ante alguna amenaza.
Pero y qué fue de todas las actividades deportivas que disfrutábamos con la familia reunidos en el campo de un estadio, en una cancha o simplemente viendo a través de la pantalla de la televisión.
Pues si amigos, el deporte al igual que todos nosotros está en aislamiento. Sin embargo, así como todos hemos utilizado nuestra mejor creatividad para reinventarnos; algunos estudiando a través de clases virtuales, otros trabajamos desde nuestros hogares en la comodidad de nuestra mesa de comedor o en la mesa auxiliar que no tenía utilidad desde hace cuánto tiempo, atendiendo hijos y hogar al mismo tiempo; el deporte también lo ha logrado hacer. ¡Re-inventar!, si señores, no es sólo hacer algo diferente sino que requiere de mucha fuerza y valor.
Toda la actividad deportiva ha tenido que hacer un giro de 360°, deportistas, clubes, patrocinadores, reporteros y en si un sin fin de actores que hoy han comenzado prácticamente de cero ha dar un razón a sus actividades diarias.
Hoy la situación se ha vuelto un poco más complicada, porque a través de un teléfono o la pantalla de una computadora se tiene que crear un vínculo y una confianza para poder llegar a lo más importante de la comunicación el momento en que el protagonista permita compartir su historia de vida.
Porque efectivamente todos los medios de tecnología que hoy podemos disfrutar, son las herramientas más útiles para poder seguir en contacto con nuestras figuras estrellas o realizar los deportes que tanto disfrutamos. La comodidad del calor de hogar nos ha permitido observar a nuestros héroes deportivos más humanos más reales, fuera de uniformes, medallas o el podio de ganadores.
Dejamos de ver los partidos en vivo en el estadio, a ver juegos virtuales por televisión. Juegos que invitan a la concientización de la población a mantenerse en casa para evitar la propagación del virus. En donde "la mejor cancha es tu casa".
Lo cierto es que la vida nos cambió y tenemos que vivir con ello, no estancar nuestras ganas de vivir y de salir adelante es lo que nos hará superar de esta prueba complicada de vida. La experiencia vivida queda para los anales de la historia.
“No es la especie más fuerte la que sobrevive, ni la más inteligente, sino la que mejor responde al cambio”...Charles Darwin
Fuente: Milenio
