En la actualidad el calentamiento global se ha convertido en un problema muy grande, ya que se está acelerando el aumento de la temperatura de todo el planeta. Este calentamiento está en la naturaleza de la Tierra, forma parte de sus ciclos al igual que el enfriamiento, pero la raza humana, con diversas actividades contribuimos a que este proceso de incremento de temperatura sea alarmante.
A lo largo de la historia han existido períodos interglaciares y períodos de calentamiento global. Estos cambios climáticos son peligrosos, en parte al propio eje de inclinación de la tierra y su órbita respecto al sol.
Es posible que parte de esta situación global o al menos su aceleración, se debe a la gran cantidad de estos gases, manteniéndose en cierto equilibrio han permitido que la tierra sea habitable, aunque sus niveles han variado a lo largo de la historia humana.
Cualquier proceso vital en un organismo se ve afectado por la temperatura, tanto a su nivel de metabolismo como en su reproducción, su área de distribución, supervivencia y comportamiento.
Con respecto a la influencia de la temperatura ambiental, lo primero es distinguir los animales comúnmente llamados animales ‘de sangre caliente’ o endotermos (mamíferos, aves) que son capaces de producir calor metabólico, de aquellos que no son capaces de producir; es decir, los animales ‘de sangre fría’ o ectotermos (invertebrados, anfibios, reptiles y peces). Aunque todos los animales están afectados por la temperatura, son los segundos los más vulnerables y en muchos caso, con unos rangos de temperatura óptimos muy estrechos, como sucede por ejemplo en algunos peces, limitando su supervivencia.