Laminas y Aceros

En este aniversario de la Independencia de México, el tiempo es propicio para remontarnos en el tiempo, y echar un vistazo a las casas habitadas por nuestros  libertadores.

Para nadie es dudable que la arquitectura de la época era de gran belleza y admiración. Las grandes fachadas, adornadas por ventanales y balcones y que decir de sus majestuosas puertas. Edificaciones que hasta hoy en nuestros tiempos se mantienen como reflejo de la grandeza de aquellos días.

Fueron muchos los que participaron de esta lucha separatista pero hoy sólo mencionaremos a 3 de estos personajes de la historia mexicana.

Miguel Hidalgo y Costilla.

Sin duda alguna, ¡la figura más representativa de esta iniciativa de independencia! Hacer referencia a su persona es hablar de un ser emblemático, un militar insurgente y sacerdote novohispano.

Según registros fue la residencia habitada hasta 1810,  se trata de una finca conocida también como la Casa de Diezmo construida a finales siglo XVIII y fue la última parada del Cura Hidalgo antes de dar inicio al Grito de Independencia. En la actualidad, está asentado el Museo Histórico Curato de Dolores. Ubicado en Dolores Hidalgo, Guanajuato; se trata de un edificación sencilla, pero de gran tamaño, su fachada con brillantes colores amarillo y rojo no deja de pasar desapercibida. Tiene una campana en la entrada, como muchas de las residencias de la época, posee varios patios internos y muchos arcos de diferentes tamaños y acabados. El uso de la forja y acero en sus acabados dan un toque sofisticado a sus marcos de ventanas y puertas. Con el transcurrir de aquellos tiempos esta propiedad también fue conocida como la "Francia Chiquita", debido a las constantes reuniones entre amigos para discutir diferentes temas de arte, cultura y política.

En la actualidad, sin duda alguna, es un lugar obligado a visitar, y percibir en sus pasillos y paredes las gestas independentistas elaboradas por el Cura Hidalgo.

Ignacio Allende y Unzaga.

Fue un militar y revolucionario novohispano, quien lucho hombro a hombro por lograr la independencia de México. Nacido en la cuna de una familia criolla acomodada a principios del siglo XIX.

La residencia habitada por él y su familia, fue construida por su padre Domingo Narciso de Allende, como regalo de bodas para su esposa María Ana Unzaga. Es una residencia novohispana de la segunda mitad del siglo XVIII, donde se mezclan estilos barrocos y neoclásicos, muestra la belleza de la arquitectura civil de la época y la prosperidad que transitoriamente alcanzó la Nueva España en el último tercio de aquel siglo.

En toda su fachada se aprecia el uso de cantera gris que contrasta perfectamente con los marcos de cantera rosa de los balcones de la residencia. Como casi todos los inmuebles novohispanos de la segunda mitad del siglo XVIII el uso de múltiples arcos era parte importante de su diseño. Es una estructura formada de dos pisos y se caracteriza por el delicado trabajo en piedra y hierro forjado. En la actualidad está instalado el Museo Ignacio Allende, razón por la cual se puede visitar y apreciar la arquitectura del inmueble en todo su esplendor.

Josefa Ortiz de Domínguez.

Conocida también como "La Corregidora", vivía en lo que antes se conocía como la Casa de los Corregidores, ya que ella estaba casada con el corregidor de Querétaro, de allí el origen de su apodo. Figura importante de esta lucha, se convirtió en un ícono de la guerra, debido a que en ese lugar se hicieron las reuniones de la Conspiración de Querétaro, en las que se gestó la Independencia de México.

Su residencia ubicada en el Centro histórico de Querétaro, posee una fachada muy similar a la del Palacio Nacional por su estilo colonial, se diferencia por color crema y sus balcones son más pequeños. Al interior de sus dos plantas hay muchos murales, pasillos abiertos por grandes arcos del mismo color que la fachada y que dan paso a un patio central cuadrado. Inició su construcción a mediados del siglo XVIII y concluyó hasta 1770, de estilo palaciego de elevados muros están ornamentados con una sucesión de grandes ventanas y balcones en sus dos niveles; la fachada se remata con recios macetones. 

Muchas de las obras arquitectónicas de aquella época en donde se gestaron las batallas y decisiones más importantes para la Independencia de México actualmente tienen funciones oficiales, civiles y culturales.  Lamentablemente los arquitectos que originalmente diseñaron éstas edificaciones pasaron a segundo plano; sin embargo, los diseños y dimensiones de sus obras han permanecido en el tiempo como fieles testigos de una historia digna.

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Fuente: ADmagazine