Laminas y Aceros

Este proyecto se ubica en los Altos de Cazucá, Soacha, un municipio conurbado en Bogotá, Colombia, periférico, pobre y marginal. El proyecto es un espacio público en un polígono institucional, junto a un colegio público. El terreno era inclinado y el programa contemplaba una plaza dura, zonas verdes, vegetación, una cancha múltiple cubierta y una tribuna. Se decidió modelar el suelo con un sistema de taludes y explanadas, donde la cancha múltiple se ubicó en la superficie más baja del terreno, junto a una calle, contenida por un talud de césped que hace las veces de tribuna.

Desde los primeros esquemas fue evidente que la pieza más relevante del proyecto sería la cubierta del espacio deportivo. Esta se pensó a partir de un sistema geométrico abierto, una trama, un tapiz construido a partir de la repetición en planta de figuras hexagonales del mismo tamaño que dibujan un patrón. Esta cubierta se soportaría por una serie de finos pilares, de tal manera que la impresión final fuera como estar bajo la copa de los árboles.

Para que tuviera protagonismo y una fuerte presencia en el paisaje urbano, la cubierta debería ser volumétrica y no simplemente un plano horizontal. La tridimensionalización de la trama de hexágonos dio lugar a la aparición de volúmenes con forma de dodecaedros, que son el modulo constructivo y espacial de la cubierta.

A cada uno de los lados mayores de la cancha se dispuso un eje estructural sobre el cual se alinearon 13 y 16 esbeltos pilares que formaban distintos ángulos con el plano horizontal del suelo y la cubierta. Con esto se buscaba una figuración cercana a las azarosas ramas que soportan las copas de los árboles en el bosque. Cada una de estas hileras de pilares soportaba una viga. La estructura metálica tridimensional de dodecaedros se apoya en estas dos vigas y trabaja estructuralmente en la luz más corta de la multicancha. Vista desde lejos la cubierta adquiere gran presencia. Construye un plano horizontal esponjado, de gran formato, que se enfrenta al plano inclinado de la ladera donde se emplaza.

El polideportivo Bosque de la Esperanza se convierte en un espacio de encuentro, en una infraestructura que cumple tanto funciones recreativas como de integración social. En él, la comunidad puede realizar diversas actividades de entretenimiento, como deportivas, lúdicas, académicas y de construcción ciudadana.

Fuente: archdaily

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